La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha anunciado hoy la cancelación de la privatización de Aena iniciada por el anterior Gobierno y, en su lugar, ha avanzado que pondrá en marcha un plan estratégico para que el gestor aeroportuario sea un líder mundial del sector antes de dar entrada al capital privado.

De esta forma queda suspendido el proceso de licitación de los servicios de gestión de los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, que ya el anterior ministro tuvo que posponer tres meses por problemas de financiación de los consorcios interesados en hacerse con estos contratos.

La principal razón de esa decisión radica en que el concurso de las concesiones "pretendía favorecer la competencia entre ambos aeropuertos, cuando en realidad el objetivo debe ser fortalecer a ambos y a todos, para que compitan a nivel mundial", ha explicado.

El segundo motivo es que el valor de Aena "se vería disminuido si se disgregara su gestión en aeropuertos de forma individualizada", ya que el gestor aeroportuario vale más que el conjunto de las partes que la forman, ha subrayado la ministra.

Estas dos razones se suman al hecho de que las condiciones actuales de los mercados son claramente desfavorables y desaconsejan la continuidad del proceso, ya que "podría provocar que se redujera el número de ofertas competitivas e incluso el precio a ofertar por ambas concesiones", ha dicho.

El sector no se ha sorprendido por la decisión y, según ha reconocido, lo esperaba ya que las condiciones financieras del proceso eran muy duras y la situación actual de los mercados hacía muy difícil conseguir financiación, por lo que se corría el riesgo de que finalmente las pujas quedaran desiertas.

Según lo previsto en el proceso ahora cancelado, el precio de salida para las empresas interesadas en pujar por Barajas y El Prat era de 3.700 y 1.600 millones de euros, respectivamente, cifra a la que se sumaría un canon anual del 20 %, mientras que el Estado esperaba ingresar más de 8.000 millones por todo el proceso de privatización.

Desde la oposición el grupo socialista ha advertido de que la decisión del Gobierno puede esconder la intención del PP de dejar en manos privadas todo el gestor aeroportuario (estaba prevista una venta máxima del 49 % del capital), y crear inseguridad jurídica para las empresas que han acudido a los concursos, además de desprestigiar la imagen de España ante los inversores.

En cuanto al nuevo plan estratégico del Gobierno, dado que la valoración de Aena Aeropuertos se ha ido deteriorando progresivamente por la crisis económica, el primer paso será "poner en valor" a la compañía, tras lo cual se abrirá el proceso de la entrada de capital privado, ha explicado Pastor.

También se tendrá en cuenta a las comunidades autónomas, para integrar los gobiernos autonómicos en el desarrollo de los aeropuertos dentro de una planificación territorial.

El objetivo del Gobierno en palabras de la ministra es lograr un modelo que garantice la existencia de "una empresa española líder a nivel mundial, eficiente, de calidad y con capacidad para su expansión internacional".

A su juicio, pese a que en España hay empresas internacionalizadas de gran peso, ninguna ocupa el puesto número uno de su sector, y Aena sí podría lograrlo, además en un grupo "tan estratégico y vital para la economía española con es el transporte aéreo".

En segundo lugar, se pretende favorecer la cohesión y la vertebración de España, además de asegurar la existencia de una red de infraestructuras aeroportuarias de calidad homogénea, con capacidad y a precios muy competitivos, lo que "resulta clave para la industria turística española".

En opinión de Pastor, este modelo introduce prácticas de gestión privada que favorecen un aumento de la eficiencia de la sociedad y modula la generación de ingresos para el Estado en función de la situación de los mercados y de las necesidades existentes.