Manga por hombro. Así están en estos días muchos de los servicios del Hospital Universitario de Canarias (HUC), puesto que la mayor parte de los trabajadores saben que su jornada laboral se ha aumentado, pero desconocen de qué manera se va a reflejar eso en sus turnos y desconocen cuál es su horario.

"Muchos trabajadores llegan y su jefe de servicio les dice que ese día se queden media hora más o que al día siguiente vayan una hora antes y hay una total descoordinación que afecta directamente a la asistencia sanitaria", aseguraba ayer la portavoz de Intersindical Canaria (IC), Cati Darias, antes de asegurar que le consta que se han tenido que suspender intervenciones programadas por este motivo.

"No existe ningún tipo de criterio en la implantación de esta nueva jornada laboral, al menos en este centro hospitalario, donde estamos hablando de que alrededor de 3.000 trabajadores son personal laboral y, por lo tanto, la orden establecida en el Ley de Presupuestos de que la jornada laboral pasa de 35 a 37,5 horas no les afecta, porque ellos tienen derecho a una negociación colectiva que no ha existido y que tampoco existe", añadía ayer Darias, que aseguró que el Servicio Canario de Salud (SCS) debería haber publicado una resolución aclarando esta situación y que "aún no lo ha hecho ni hay visos de que vaya a hacerlo".

El portavoz de CCOO en este centro hospitalario, Guillermo de Loño, se muestra en la misma línea de IC y habla de "aplicación chapucera de la norma".

"No ha habido negociación colectiva y eso hace ilegal esta modificación, pero hasta que un juez lo diga, los trabajadores deben hacer lo que les dicen sus jefes y de ahí viene este caos que hay ahora mismo en los servicios", subrayó ayer de Loño.

Como ejemplo de esta descoordinación, este sindicalista relató ayer el caso de los pacientes de fisioterapia.

"Si lo que se les va a pedir a estos profesionales es que vayan 2,20 horas más un día a la semana o 4,40 horas cada dos semanas, ¿Qué seguimiento puede tener un paciente que acuda a este servicio si cada día le va a atender un profesional diferente?". Y es que, a su juicio, "hay servicios hospitalarios en los que no solo no se pueden imponer estos horarios porque resulta absurdo, sino que, además, es contraproducente", por lo que aboga por que "sean los propios servicios los que propongan sus objetivos y aclaren cómo aprovechar este incremento de jornada de forma efectiva".

Pero la realidad es que ayer mismo las comunicaciones del nuevo horario a los trabajadores se hicieron de forma verbal.

"No solo no se les da a los trabajadores nada por escrito, sino que, además, cuando muestran su descontento porque se les modifica su horario de hoy para hoy mismo, se les amenaza con abrirles un expediente sancionador", según confirmó ayer el portavoz del sindicato de enfermería Satse, Manuel Hernández, que también describió la situación del HUC como "caótica y anárquica".

"No existe ningún tipo de organización del trabajo y es una vergüenza que estando a 23 de enero y sabiéndose desde el 12 de diciembre que la jornada laboral se iba a incrementar, no se haya hecho algo para evitar esta descoordinación", abundó.

A juicio de Hernández, "la gerencia del HUC está actuando de forma negligente, puesto que no ha elaborado ninguna planificación de los servicios y tampoco se les ha comunicado nada a los trabajadores, que no saben a qué atenerse".

En este sentido, desde Satse critican que se le notificara al área quirúrgica el pasado viernes que la prolongación del horario comenzaba el lunes (ayer), de lo que muchos trabajadores se enteraron cuando llegaron a su puesto de trabajo ayer.

"Se vulneran derechos básicos de los trabajadores debido a la falta total y absoluta de dirección. ¿Qué menos que notificar los cambios que se van a realizar?", se cuestionan desde el sindicato de enfermería, antes de asegurar que este desconcierto ha obligado a suspender servicios.

En UGT comparten las críticas del resto de sindicatos y aseguran que "el fallo está en que no se han dado instrucciones precisas y nadie sabe muy bien lo que debe hacer, por lo que cada uno hace lo que mejor le parece", declaró ayer Jesús Quintero.

"La desorganización es brutal y es posible que se agrave aún más si se implanta el sistema informático previsto", añadió.

Los médicos no permanecen al margen de esta situación y desde el sindicato Cesm su portavoz, Levy Cabrera, aseguró ayer que "esta situación se hubiera evitado si se hubiera cumplido con la palabra dada por el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero".

En este sentido, Cabrera recordó que "para el resto de funcionarios se acordó que deberían entrar 15 minutos antes a su trabajo y salir 15 minutos más tarde y eso es lo que se debería acordar también para el personal sanitario, puesto que sería la única manera de que no haya ni agravios ni problemas. ¿Por qué no se hace esto si es justo lo que propuso Rivero?.

" No nos negamos a trabajar más, pero que se nos aclare de qué manera y que sea para ganar en eficacia, de lo contrario podríamos pensar que lo que quieren es que esto no se arregle hasta dentro de unos meses y así obligarnos a hacer esas horas de más para cubrir las vacaciones", sentencia Cabrera.