Al menos ocho piratas que tenían secuestrados a los dos cooperantes liberados hoy en Somalia por soldados de EEUU murieron durante el rescate, en el que hubo siete detenidos y diversos heridos, informaron varios testigos.

El Gobierno Federal Transitorio de Somalia todavía no ha comentado nada sobre esta operación, que dio como resultado la liberación de la estadounidense Jessica Buchanan y el danés Poul Thirsted, trabajadores del Grupo Danés de Desminado (DDG, en sus siglas en inglés), cautivos desde el pasado mes de octubre.

Sin embargo, Nur, un residente que se identificó sólo con un apellido por motivos de seguridad, dijo que el ataque ocurrió en Higlale, zona situada al sur de la ciudad de Galkayo (centro-norte de Somalia), donde fueron secuestrados los cooperantes inicialmente.

Según el canal NBC, la operación fue llevada a acabo por los Navy Seal, fuerzas especiales de la Armada de Estados Unidos.

Fuentes de los servicios de inteligencia somalíes confirmaron que las fuerzas especiales estadounidenses no informaron de la operación a las autoridades locales.

Según el citado residente, varios helicópteros arrojaron bombas y gas anestésico que dejó a los piratas inconscientes, antes de que los soldados norteamericanos iniciaran un tiroteo y rescataran a los rehenes.

En la operación, al menos ocho piratas murieron, siete fueron detenidos y otros varios quedaron heridos sobre el terreno, precisó Nur.

De acuerdo con Dirie Ali Idris, imán de una mezquita y testigo de la operación, todo ocurrió "alrededor de las 04.00 (hora local, 01.00 hora GMT)", cuando "los piratas estaban durmiendo en una casa".

Según el imán, los helicópteros "empezaron a disparar balas y granadas antes de que docenas de soldados aterrizaran en la casa y rescataran a los rehenes".

Los cooperantes habían estado retenidos en el buque malayo "MV Albedo", secuestrado por piratas somalíes en noviembre de 2010, pero fueron desembarcados y llevados a tierra hace días para presionar a sus familias, indicó Hassan, un residente de la zona que sólo facilitó su apellido por razones de seguridad.

Somalia vive en una permanente guerra civil y carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país en manos de jefes tribales y señores de la guerra, milicias islámicas e bandas de delincuentes.