Otro verdadero robo de película. Miembros del Cuerpo Nacional de Policía investigan la sustracción de 400.000 euros en joyas de un establecimiento especializado en el centro comercial Alcampo de La Laguna durante la madrugada de ayer. Los ladrones hicieron un butrón (agujero) en el techo de la nave y se descolgaron con una especie de tela de saco hasta la tienda Oromax, donde se apropiaron de una cantidad muy importante de alhajas.

Los hechos ocurrieron entre las 00:30 y la 1:00 horas. Una de las hipótesis que barajan las fuerzas de seguridad es que los delincuentes accedieron por las cercanías de la urbanización Jardines de Guajara. Tras colocar varios carros de compra pegados a la pared, accedieron a un muro y, de ahí, hasta una reja metálica que les permitió llegar a la cubierta.

Una de las certezas de los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de La Laguna es que los autores del espectacular robo con fuerza hicieron un butrón en el techo.

Al parecer, para descender hasta la joyería Oromax, los implicados usaron una tela similar a la de un saco. Dicha especie de arpillera fue encontrada en el suelo del establecimiento comercial, junto con una palanca, un destornillador y otras herramientas.

Según fuentes policiales, los vigilantes de seguridad del centro comercial escucharon las alarmas en dos ocasiones. Tras la primera alerta, el personal de la empresa de seguridad aseguró a los policías que no vio nada.

En un segundo aviso que se produjo poco después del primero, los vigilantes observaron ya las bateas de las joyas en el suelo, pero no había ni rastro de los ladrones.

La activación de la central de alarmas al Cuerpo Nacional de Policía se produjo a la 1:00 horas. Patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana acudieron hasta las inmediaciones del centro comercial Alcampo, pero no consiguieron atrapar a los autores.

Ya por la mañana, agentes de la Policía Científica y del Grupo de Robos de Policía Judicial acudieron hasta la tienda afectada para efectuar la inspección ocular en el escenario del delito, tomar declaración al personal e intentar hallar huellas o indicios que permitan identificar, localizar y atrapar a los ladrones.

A las 13:30 horas, la encargada y dos empleadas de la empresa continuaban limpiando el local comercial, mientras en un carro de compra estaban los restos de varios cristales de los escaparates.

La encargada no quiso hacer declaraciones y se limitó a explicar que el volumen de mercancía sustraído es muy importante.

Además, el personal quería volver a tener la tienda en condiciones de abrir al público, así como intentar olvidar lo sucedido lo antes posible.