Paulino Rivero es un cínico. Un cínico por su ignorancia y un ignorante por su cinismo, dicho esto, como siempre, en su faceta política y no personal. Un político nefasto que quiere seguir en el machito gobernando a Canarias al tuntún junto a su señora esposa, la goda Ángela Mena. Canarias es un país muy serio para estar en manos de esta pareja de ineptos. La incapacidad de Rivero como gobernante ha quedado de manifiesto otra vez con ese "no rotundo" a las prospecciones petrolíferas -lo recogíamos ayer en uno de nuestros mojos de la última página- mientras no se reconozcan los derechos de Canarias sobre esos recursos. ¿Qué coño tiene que ver Paulino Rivero con las prospecciones si él no manda en Canarias? En Canarias manda España, como mandará Marruecos cuando ese país ocupe nuestras Islas asistido por todo el derecho del mundo. En Canarias manda cualquiera menos los canarios. Esas afirmaciones de Rivero sobre los hidrocarburos en aguas canarias son una comicada propia de un necio político como él. Además, ¿qué aguas si las aguas que rodean a las Islas, salvo las doce millas de mar territorial, le pertenecen a Marruecos? Paulino Rivero es un político tan iletrado y tan torpe, que todavía no se ha dado cuenta de que Zapatero lo engañó como a un indígena -como lo que es, aunque no lleve taparrabos- cuando le dijo que le entregaba las supuestas aguas canarias. Si realmente son aguas canarias, ¿por qué no pueden faenar en ellas los pesqueros de las Islas? Que se atrevan y verán lo que tardan en ser apresados por Marruecos.

Todas estas salidas de tono, que no asustan a los españoles porque saben que CC es un partido sumiso, las protagoniza Rivero para perpetuarse en el poder. A estas alturas ya estamos convencidos de que no se irá voluntariamente. Por eso los que están en las colas del hambre para que les den un plato de comida, los que están en las listas de espera de la sanidad y también los que aguardan una ayuda en las oficinas de empleo deben ponerse de acuerdo para quitárselo de encima cuanto antes. Deben arrasar con él o, en caso contrario, apechugar con las consecuencias; es decir, seguir viviendo en la miseria. ¿Cómo es posible que nos haya caído esta desgracia y no seamos capaces de quitárnosla de encima? Esta tierra está degradada por encontrarse en manos de semejante inepto político que, por si fuera poco, subvenciona a un periódico tinerfeño -cuya tirada siempre ha sido mínima porque la gente no es tonta- para que lo trate bien; para que le haga entrevistas y publique fotos suyas. Todo eso con el dinero de los canarios. Esta es la forma de proceder de este déspota político: se cierran quirófanos en los hospitales y hay que tener a los enfermos en los pasillos por falta de recursos para contratar a personal, pero se le sigue inyectando dinero público a una empresa que está al borde de la ruina porque sus propietarios siempre han sido ajenos a la actividad periodística.

El objetivo es anular a EL DÍA. A nuestro periódico lo anularán sus lectores cuando les sea infiel, pero mientras sea leal con el pueblo los canarios no le darán la espalda. Los isleños no comprenden, y por eso están cada vez más indignados, que se siga utilizando el dinero de sus impuestos en sufragar a un bodrio antipatriota. Y más indignación produce que todo esto lo haga el cínico y torpe político para vengarse de José Rodríguez y de su empresa centenaria. Le molesta su dignidad al reclamar para todos los canarios lo que Paulino Rivero no sabe lo que es: la libertad. No lo sabe porque es un esclavo de los españoles, a los que les hace el juego a cambio de migajas o, como decíamos antes, de que le den aguas en cestas. Paulino Rivero desprecia la libertad de su tierra y de sus compatriotas, a pesar de que eso es lo más grande que puede haber en este mundo, a cambio de seguir presidiendo un Gobierno obediente al colonizador, que es lo que en realidad es el Gobierno regional que tan despóticamente preside a pesar de que no ganó las elecciones. Allá él. Nosotros seguiremos reclamando la libertad a pesar de que algún estúpido pájaro tatarita trate de hacer creer que nuestros editoriales son subversivos.

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En un próximo comentario y en las palabras de inauguración y rotulación de la calle que le ha concedido el Ilustre Ayuntamiento de Los Realejos al editor y director de EL DÍA, José Rodríguez, además de sus naturales y expresivas y sinceras palabras de gratitud al partido que aprobó con su mayoría la distinción otorgada, y al pueblo en general, hablará también del rencor del incompetente y necio político de CC que ha desgraciado a Canarias, Paulino Rivero, y del odio que anida en las cabezas de los socialistas políticos, que no humanistas, y de la izquierda comunista, antipatriotas que tanto odian al pueblo negando los derechos de los canarios.