La noche en que se produjo el hallazgo del cuerpo de Yurena Vera, sus tíos avisaron a un médico pediatra que tiene una consulta privada cerca del güimarero barrio de Las Hoyas. Francisco H.C se presentó en la vivienda de Mª de los Ángeles y Juan Daniel, solo minutos después de que el acusado fuera a buscarle porque su sobrina "se había acostado y no reaccionaba".

Cuando el facultativo accedió a la casa y luego al interior de la habitación, se encontró con una joven tendida sobre la cama, "como si estuviera dormida", cubierta con las mantas pero solo hasta los hombros. Tras un primer examen, que estuvo salpicado por los "gritos histéricos" de la acusada, se dio cuenta rápidamente de que ya estaba muerta. "Había una frialdad en los brazos que indicaba que ya no había nada que hacer", señaló. De hecho, cuando trató de tomarle la tensión, lo pudo mover pero con cierta dificultad, rememoró el médico a preguntas del Ministerio Fiscal.

Este médico también fue el escogido por los acusados para tratar al hijo de Yurena cuando en un par de ocasiones el bebé sufrió sendos catarros. Fue en esa consulta, a la que el niño acudía acompañado de los tíos, donde el acusado le dijo al pediatra que ellos tuvieron que hacerse cargo de él porque "la madre no le cuidaba", manifestó.

Embarazo sin control

La ginecóloga que trató a Yurena cuando llegó al Hospital Nuestra Señora de Candelaria a punto de dar a luz, Estefanía L.L., se encontró a una mujer que pesaba unos 59 kilos, sin hematomas o golpes que se detectasen en la observación general que se le realizó previa al parto, pero con un embarazo al que apenas se le había realizado control médico.

A la especialista esto no le llamó especialmente la atención, porque, según explicó, "hay muchas jóvenes que no hacen casi control de sus embarazos por diferentes razones, entre ellas, la falta de apoyo familiar o incluso de carácter económico". Hay mujeres que no van a la consulta porque "no tienen dinero para la guagua", manifestó.

En los mismos términos se expresó la matrona que ayudó a Yurena en el parto, quien además constató la ausencia de lesiones.