Un ex jefe de sala del centro de control del aeropuerto de Palma ha afirmado hoy al juez que le relegaron de su puesto después de que en el caos aéreo del puente de la Constitución de 2010 se negara a firmar que los controladores no estaban en condiciones de trabajar.

Así lo ha dicho en su declaración como imputado ante el juzgado de instrucción 1 de Palma, que investiga las diligencias abiertas a raíz de varias denuncias por el abandono por parte de los controladores de sus puestos de trabajo, lo que causó el cierre del espacio aéreo español el 3 de diciembre.

El imputado ha afirmado que él se estrenó en la noche del día 3 como jefe de sala del centro palmesano y que ese día, sobre las 22.00 horas, "se llegaron a juntar unos 14 o 15 controladores operativos".

Ha señalado que el director regional le pidió que incluyera en el diario de novedades una anotación diciendo que los controladores no estaban en condiciones de trabajar, a lo que él se negó.

"A los dos meses de ese día me despojaron del puesto de jefe de sala y desde entonces no recibo ninguna función ni trabajo o información de lo que se hace en el centro de control", ha explicado, y ha incidido que los responsables de gestión le están haciendo desde entonces "el vacío".

En su opinión, esta situación deriva de que "se negó a escribir en el diario de novedades lo que el director regional quiso", y preguntado acerca de si se le intentó utilizar para hacer declaraciones que no eran suyas y no se ajustaban a la realidad, ha contestado que sí.

A raíz de esto, el imputado ha interpuesto una demanda laboral por vejación profesional y moral, según ha explicado durante su declaración ante el juez, quien también ha tomado hoy declaración a un controlador que ese día no trabajó porque estaba de baja por enfermedad de un familiar.

El día 3 de diciembre, alrededor de 12 de los 17 controladores del turno de tarde del centro de Palma presentaron una declaración de incapacidad psicofísica, lo que motivó el cierre del espacio aéreo de Baleares por parte de Aena, clausura que se produjo en todo el país debido a que en otros centros de control ocurrió lo mismo.