El gobierno de Santa Cruz (CC-PSOE) aprobó el pasado viernes, de forma inicial, una nueva ordenanza que regula el uso y vertidos a la red de alcantarillado. Una norma que, pese a los esfuerzos explicativos del edil de Servicios, Dámaso Arteaga (CC), no convenció a gran parte de la oposición, sobre todo a Sí Se Puede, Por Tenerife y Ciudadanos, partidos que temen que la iniciativa acabe perjudicando aún más al medio ambiente y a las personas y que, encima, reduzca lo recaudado a las empresas que más contaminan.

Arteaga se empeñó en persuadir de la conveniencia de una normativa que, según recalcó, situará a Santa Cruz en la misma órbita de ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada, Bilbao o Valencia en este ámbito. Sin embargo, tuvo incluso que admitir su fracaso comunicativo al comprobar la reacción del resto de grupos, que le pidieron en diversas ocasiones que dejara el expediente sobre la mesa para intentar analizar con más detalle el texto y los cambios. El gobierno declinó esta oferta al entender que la norma se necesita cuanto antes y al recordar que se trata de su aprobación inicial, con lo que aún queda tiempo para analizarla con mayor profundidad y mejorarla en lo posible antes de su respaldo definitivo.

El PP también pidió dejarla sobre la mesa del pleno, pero por motivos diferentes. Según Zaida González, el documento carece de un informe del Tribunal Económico Administrativo que, a su juicio, es preceptivo porque la ordenanza regula un recargo y, por tanto, tiene un carácter fiscal. La intervención del secretario permitió al gobierno salvar este supuesto escollo, ya que, según señaló, la norma no requiere de ese informe, aunque sí su desarrollo posterior para precisar cuestiones como los devengos o el sujeto pasivo.

Aunque Guillermo Guigou (Ciudadanos) alabó que se renovase una ordenanza "totalmente obsoleta", coincidió con el resto de partidos del Grupo Mixto en que el cambio del artículo 2, que sustituye la expresión "aguas residuales" por "aguas residuales no domésticas", crea incertidumbre y parece suavizar unos vertidos "que no son precisamente bizcochones", según ironizó José Manuel Corrales (Por Tenerife). Además, se critica especialmente que, desde ahora, todas las aguas procedentes de La Laguna y El Rosario (unos 12.000 metros cúbicos diarios) se denominen "domésticas", sin distinguir las procedentes de viviendas de las de polígonos industriales o empresas con vertidos poco edificantes.

La oposición teme que, desde ahora, "se permita contaminar mucho más a las grandes empresas", al tiempo que lamenta que ya no sea el consistorio el que se ocupe del recargo, sino Emmasa. También alerta sobre el recorte de los impuestos a las grandes compañías, al pasarse, en proporción, de 100 a 50 y de 200 a 100.

Pedro Arcila (SSP) lamentó que no se aborde en el texto el deteriorado estado de la red en varios enclaves y teme que la prometida fiscalidad verde mediante una ecotasa responda solo a un juego semántico, "puesto que ya existía una fiscalidad en la ordenanza anterior, solo que ahora se rebaja a la mitad los cánones a pagar".

Arteaga replicó que todas estas normativas hablan de aguas domésticas y no domésticas, al tiempo que insistió en que se aplicará un tratamiento y seguimiento más restrictivo, con recargos más altos en función de los parámetros y con mayor control respecto a las aguas de La Laguna y El Rosario. Según su versión, lo que no era justo con la anterior norma es que, por ejemplo, se gravara a hoteles que no contaminan. De hecho, afirmó que ni el IASS, ni la Cooperativa del Taxi o la clínica San Juan de Dios cumplían los parámetros por excesivamente exigentes respecto al resto del Estado.

Guiguo siguió censurando que se tratase por igual a empresas diferentes y recalcó el carácter económico de la ordenanza porque "se ingresará menos". Corrales indicó que la factura del agua en Madrid o Sevilla es casi la mitad que la de Santa Cruz y Arcila alertó sobre el desconocimiento de lo que cuesta depurar en la ciudad, "puesto que dos tercios de las aguas residuales no se depuran y acaban en el mar".

Arteaga insistió en que, ahora, se logrará que ningún hotel o similares no cumpla la normativa, en que se seguirá pagando igual y en que todo servirá como indicador para la futura ecotasa.

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El secretario también yerra

El secretario del Ayuntamiento capitalino intervino en el pleno del viernes en tres ocasiones. La primera, para aclarar que la ordenanza sobre alcantarillado no necesita un informe del Tribunal Económico Administrativo hasta que se desarrolle. La tercera, para indicar que el reglamento o la ley no especifican si una enmienda a una moción ha de ser aceptada o no por el proponente para ser votada o si ambas iniciativas pueden pasar por el escrutinio de los ediles por separado, si bien aclaró que hay precedentes locales (y en otras múltiples administraciones) de ambas cosas. Sin embargo, la más llamativa fue la que protagonizó a petición de José Manuel Corrales para que argumentase el rechazo del alcalde a que interviniera en la sesión el portavoz de la entidad Ínsula Viable durante la moción de Por Tenerife para reprobar social y políticamente la "operación especulativa" de Las Teresitas. Corrales criticó con dureza que se incumpliera lo aprobado el lunes en la junta de portavoces, que dio el sí a la intervención de Justo Menéndez, y lamentó que se tuviera "miedo" a la participación ciudadana. El alcalde, José Manuel Bermúdez, lo negó con contundencia y recordó los precedentes de intervenciones en el mandato, al tiempo que indicó que su rechazo se fundamentaba en un informe del secretario que impedía esa posibilidad, entre otras cosas porque esa entidad está personada en el proceso judicial. Para reforzar su postura, Bermúdez invitó al secretario a leer su informe, quien así lo hizo, remitiéndose "al artículo 30 del reglamento". Corrales le reprochó con mayor contundencia aún que el secretario aludiera a un informe del 19 de febrero de 2009 y a un artículo que ha sido cambiado. "Ha pasado a ser el número 35, ya que el 30 se refiere ahora al debate sobre el estado del municipio. Esto es una cagada", dijo sin rodeos.