La prosperidad y esplendor que gozaron Costa del Silencio y Ten-Bel en las décadas de los 70 y 80 se anhela por parte de los residentes de estos núcleos residenciales y turísticos, quienes comprueban con desesperación que desde el Ayuntamiento de Arona no se llevan a cabo políticas que reactiven estos núcleos y recuperen la importancia que tenían antaño.

Los planes de embellecimiento y mejora llevados a cabo durante estos últimos años "de poco han servido, porque después las autoridades locales no se implican en su mantenimiento y ya, desde hace tiempo, se comienzan a observar deficiencias que están impidiendo que este entorno singular del municipio prospere", destacan vecinos de ambos núcleos.

La suciedad es uno de los principales problemas "a los se enfrentan tanto Costa del Silencio como Ten-Bel, la que se acumula por cualquier lado. Al personal de limpieza se le ve muy poco y tampoco se afanan en recoger lo que hay tirado por el suelo o en los bancos", aseguran.

"Es habitual comprobar cómo estos trabajadores si se encuentran botellas, latas y cartones cuando van barriendo no las retiran. Solo quitan del suelo aquello que la escoba arrastra y que logran meter en el recogedor", comentan con preocupación.

El gobierno local debería "dar un toque de atención a la concesionaria para acabar con este tipo de comportamientos, ya que con nuestros impuestos se paga por un servicio de limpieza que no cumple eficazmente su cometido", expresan los denunciantes.

Añaden que un problema añadido es la "escasez de papeleras y eso provoca que mucha gente tire ciertos desperdicios al suelo, un comportamiento incívico que también reprobamos".

Otro asunto que preocupa a los residentes es el aspecto que presentan las zonas verdes "porque se encuentran en un total y absoluto estado de abandono y la consecuencia es que muchas de las plantas están muertas".

Jardines sin regar

"Es la lamentable que se siembren arbustos y después se dejen morir por, entre otras cosas, falta de riego", manifiestan los vecinos.

Indican que "lamentablemente la mayoría de las zonas verdes se están convirtiendo en auténticos estercoleros al ser punto de encuentro de propietarios de perros para que sus animales hagan sus necesidades".

"Las defecaciones de los canes no se recogen y provocan no solos malos olores, sino también la presencia de moscas", comentan indignados.

Tal es así que reclaman una aplicación "rigurosa" de la ordenanza municipal, "pero para eso es fundamental la presencia de agentes de la Policía Local patrullando".

La ausencia de agentes "está provocando que los niveles de seguridad estén bajo mínimos y es raro el día que no se sufran robos en comercios y viviendas", comentan los residentes.

Caminos y paradas

Indican que la situación actual también ha derivado en que "ciertos caminos que en un principios son públicos estén cerrados, con lo que creemos que se podría estar vulnerando la legalidad".

"Otro de los fastidios que tenemos es que las paradas de guaguas carecen de marquesinas y la espera se hace a la intemperie, así como que los acerados están muy deteriorados y ya han provocado caídas", dicen.

"En una situación similar están las áreas deportivas, que algunas están bastante destrozadas", explican.

Los residentes consideran que Costa del Silencio y Ten-Bel podría convertirse en un lugar atractivo y generador de riqueza, así como un punto de referencia turística "si el gobierno local tuviera voluntad política".

"Lo que no puede hacer es llevar cabo a una política de parcheos, como ha venido desarrollando estos años en esta zona del municipio", manifiestan.

"La construcción de esta zona hizo que Arona despegara turísticamente, pero se nos ha olvidado y la mayor parte de la inversión se destina a Los Cristianos y Las Américas", resaltan.

Por este motivo, proponen al Ejecutivo que preside José Alberto González Reverón que acometa un plan "real" de embellecimiento y de mejora de las infraestructuras de Costa del Silencio y Ten-Bel.

"Se deben buscar fórmulas para que el ayuntamiento se haga con la torre de Ten-Bel y destinar este espacio para fomentar la cultura creando unos cines, además de habilitar otra parte como Jefatura de la Policía Local y centro de salud", señalan los denunciantes. "En esta zona costera se podría hacer mucho con imaginación", concluyen.