Más allá de que Distraídos se alzara el sábado con el primero de Interpretación, o que Mamelones cosechara el segundo, o Rebobinados, el tercero, el gran ganador del concurso de murgas infantiles es Airam Bazzocchi, autor del repertorio de Distraídos y Mamelones, y exponente de una generación a la que también se vincula al letrista de Rebobinados, Carlos Casanova. Bazzocchi acaba de cosechar por tercera vez consecutiva el primer premio de Interpretación (2010, con Rebeldes, y 2011 y 2012 con Distraídos). Bazzocchi (Santa Cruz de Tenerife, 1987) comenzó en murgas en Bambas, en 2000, para subir a militar en Ni Pico, 2003; Singuangos, 2004; Trabas, 2005 y 2006; Bambones, 2007-11, y este año con Mamelucos.

¿Satisfecho con el veredicto?

Contento porque el trabajo que han realizado los niños se ha visto recompensado por la gente, que dice que le gustan mucho.

¿Quién ha ganado: Distraídos y Mamelones, o Airam Bazzocchi?

Han ganado Distraídos y Mamelones, y yo con ellos. En la actuación entra el concurso de todos.

¿Ha habido nivel en el concurso?

No hubo muchas cosas que me sorprendieran... Me queda pena que no haya más nivel en general. Creo que el año pasado hubo más nivel en el concurso; igual que creo que Distraídos tiene esta edición un mejor repertorio. Teníamos una apuesta fuerte y sabíamos que era muy difícil repetir el primer premio, pero los niños han formado en Distraídos un grupo compacto y hacen todo lo que les pides.

¿Alguna decepción?

Decepción, no; tal vez descolocado con algunas murgas que no fueron fieles a su estilo. Rebeldes solo fue Rebeldes en su segunda canción, con la parodia; esperaba reírme más con Sofocados...

Cuando uno gana premio, ¿los veredictos los discute menos?

No, yo discutí el veredicto del año pasado (ganó Distraídos y Rebeldes quedó tercero). Uno tiene que ser sincero y encajar la crítica.

¿Qué criticaría de la actuación que hizo Distraídos?

La falta de vocalización en el primer tema. Lo hicimos demasiado rápido.

¿Y de Mamelones?

El cuerpo de baile en la canción del musical acaparó toda la atención, y no tendría que haber sido así, pero la culpa fue nuestra, de los mayores, de Xerach Casanova y mía. Cuando pensamos en el cuerpo de baile, teníamos que haber pensado en darle un poco de protagonismo más a la murga.

¿Cuál es la murga que más le gustó musicalmente?

Por lo que vi en directo, Rebeldes, y también Lenguas Largas, y Mamelones, por supuesto.

¿Tiene clavada la espina de no estar en Rebeldes este año?

Se me queda la espina clavada de no contribuir a ayudar a mi hermano, y a gente buena que hay en la murga también.

Cuando comienza un repertorio, ¿cuál es su reto?

Mi objetivo es ser siempre diferente y reinventarme, al menos intentarlo, aunque no gane premio. Algunos letristas intentan imitar a la que ganó y, por eso, la clave está en hacer otra cosa diferente.

¿Vivimos un exceso de parodias en las murgas infantiles?

Las parodias están un poco pasadas de moda en las murgas infantiles y el espectáculo debe estar dentro de la murga, como ocurre este año en Distraídos. El año pasado, con Rebeldes, hicimos un despliegue espectacular con los platós de televisión. Y dije: Hago esto y no vuelvo más. Hay gente que se preocupa más por la parodia que por la calidad de la letra.

¿Quiere una final infantil?

Soy partidario de la final infantil. Es una forma también de educar a los niños. Ojalá todos los golpes en la vida fueran no pasar a una final de murgas. Tienen que saber perder y ganar; sobre todo saber ganar, porque hay quien no sabe...

¿Ustedes saben ganar?

Sí, y me siento muy orgulloso. Nosotros, a diferencia de muchas murgas adultas incluso, cuando ganamos vamos al local y no hablamos de nadie sino ponemos musiquita, a comer y ya está. Inculcamos saber ganar y perder.

¿Es partidario de abrir el cupo a nuevas murgas infantiles?

Abriría el cupo, pero sería exigente porque hay que tener un mínimo de calidad y de componentes; endurecería las bases por el bien del concurso. Los mayores les deben dar aliciente a los niños para que vayan; a veces se suben muchos cochitos para llegar al mínimo por falta de componentes.

Este ha sido el primer año de un concurso con federación infantil. ¿Ha servido para algo?

Distraídos no sabe de la federación desde hace un par de meses, pero al principio había una buena expectativa porque el objetivo era mejorar las bases. No queremos que algunas personas nos representen, pero, si se hace bien, es una buena idea. No puede ser que se haya creado una federación para cerrar el cupo a nuevos participantes. Para eso no quiero una federación.

¿Hubo colados este año?

Lo que se vive a veces en la trasera del escenario es una vergüenza. Cada uno que mire en su casa. Un niño colado no te hace nada, salvo que tenga una voz espectacular... Pero detrás se viven muchos nervios, piden que se despinte a un niño porque dicen que es colado y luego ven que es un niño de 12 años que mide 1,80 metros... Esas personas deberían dedicarse a ensayar mejor a sus murgas; algunos parecen perros de caza detrás del escenario.

¿Hay murgas infantiles a la altura de murgas adultas?

El espectáculo de Distraídos, en su segunda canción de este año, no le envidia a nadie; está claro que habría que extrapolar esa idea a las murgas adultas.

En la murga infantil, ¿prima la crítica o el humor?

Me gusta mezcladito; a veces también asociamos humor con historia, y para mí hay historias que no me han hecho gracia. Y la crítica... a veces se pasan. Las letras que funcionan son aquellas que, cuando tú la llevas a la murga, los componentes sonríen.

¿Qué espera de las murgas adultas?

Deseo que se suba el nivel. Las finales son superaburridas. La gente se cansa y, en el estadio, más. Tienes que llegar con letras y voces para paliar la lejanía con el público que no te ve los movimientos. Hay que sacar ya la final del estadio. Aunque no sea políticamente correcto, es preferible un grupo más reducido por el bien del espectáculo. No tiene razón de ser una final con 20.000 personas, diez mil hablando.

Por estilos, ¿cómo definiría a Bambones?

La murga más completa a la que todos intentan seguir e imitar en algún momento.

Diablos Locos.

La locura que cuando la hacen ganan y cuando no la hacen no gusta.

Triqui-Traques.

Innovación y humor.

La Traviata.

Argumento. Seriedad. Buenas voces.

Triquikonas.

Desparpajo e intento de hacer cosas nuevas.

Marchilongas.

Veteranía, aunque varían mucho de un año para otro.

Ni Pico.

Ni Pico era Alexis Hernández.

Mamelucos.

Mamelucos, si pasan, serán Mamelucos en la final.