El entrenador del Tenerife estaba "muy contento" al final del partido. Era consciente de la importancia del triunfo. "El cambio de entrenador no sirve si no sumas", confesó en la rueda de prensa posterior al duelo. Pero el regocijo por llevarse los tres puntos de La Fuensanta no le impedía olvidar lo caro que costaron. García Tébar no quería "buscar culpables" porque considera "que es de mediocres", pero no pudo resistirse a referirse al árbitro. "Teníamos controlado el partido hasta la expulsión", destacó, recordando, al tiempo, que una de las virtudes de su equipo era que "no había tenido prácticamente expulsiones".

Un capitulo aparte merece la reflexión que hizo sobre el penalty no señalado a Luismi Loro. "Fue una situación clara, la ha visto todo el mundo y podía darnos la posibilidad de hacer un gol más. Incluso desde el punto de vista disciplinario hubiera dejado al Conquense con uno menos", apuntó. El albaceteño no se explicaba por qué Sánchez Rico no señaló la pena máxima sobre el mediapunta blanquiazul. Y hasta especuló con la posibilidad de que la ventaja que entonces tenía el Tenerife pudiera haber pesado en su decisión: "Seguro que con 0-1 lo hubiera pitado", afirmó.

Finalmente, para concluir con la retahíla de críticas al árbitro explicó qué sucedió en el cambio de Víctor Bravo por Luismi, tras el que fue expulsado el delegado Víctor Padrón y amonestado Loro: "La idea inicial era cambiar a Tacón porque tenía problemas físicos y no lo pudimos hacer porque el señor de la pizarra ha mostrado el número de Luismi. Luego dice que estamos perdiendo tiempo, pero no es lo que buscábamos en esa situación", dijo.

Lejos de lo anterior, García Tébar quiso "felicitar a los futbolistas" por el esfuerzo que hicieron, pues "algunos de ellos tenían molestias" -caso de Aridane o Ferrán Tacón-. "Hemos sufrido. Ahora espero que nos sirva para siguientes partidos". El entrenador vio en el Tenerife de ayer algunas de "esas señas de identidad" que quieren que lo caractericen. Ver a sus hombres "estar juntos y ser solidarios" sobre el terreno provocaron que se sintiera "tremendamente encantado" al final del duelo. Aunque también advirtió que, además de resultados, él y su equipo necesitan "un poco de tiempo" aún.

En todo caso, también concretó que ayer, dado el estado en que se encontraba el terreno de juego, no consideraba que se le pudiera "exigir mucho más" al grupo. Por lo pronto, pudieron "vengarse de la derrota del pasado domingo en casa y sumar tres puntos" que han devuelto la alegría al vestuario. Tanto es así que se mostró convencido de que las molestias con las que acabaron varios de sus futbolistas no les impedirá medirse al Albacete. "Seguro que se les quitan los dolores", apuntilló.