Los pasajeros afectados por la crisis de Spanair han presentado ya más de 2.000 reclamaciones ante Aena y la oficina de consumo de la Generalitat de Cataluña, y en los aeropuertos siguen las colas de viajeros que buscan alternativas para viajar, mientras otros llegan recolocados en otras compañías.

Desde que Spanair anunció a última hora del pasado viernes la suspensión de sus vuelos y hasta las 9:00 horas de ayer, 700 viajeros han presentado reclamaciones en el aeropuerto de Madrid, 117 en el de Tenerife Norte, 110 en Valencia y 68 en los aeropuertos de Sevilla y Barcelona, entre otros, según fuentes de Aena.

Además, en la oficina de consumo de la Generalitat de Cataluña ubicada en el aeropuerto de El Prat, se han contabilizado 534 reclamaciones desde el sábado hasta el mediodía de ayer.

Después de la jornada de anteayer, dominada por las colas y las quejas en el aeropuerto de El Prat, esta instalación que concentra la mayoría de la actividad de Spanair recuperó ayer una cierta tranquilidad, aunque persiste un goteo constante de pasajeros de esta compañía que buscan alternativas de viaje.

Yurene, una de las pasajeras afectadas, rellenaba en la mañana de ayer las hojas de reclamación por haberse quedado el viernes en tierra y lamentaba que la hubieran hecho bajar del avión ese día porque el vuelo no salía. "Hemos pasado los dos días en hoteles diferentes y todo corre a nuestro cargo", explicó a los periodistas.

Aventura desde Gambia

A primera hora de la mañana llegó a esta instalación aeroportuaria un grupo de un centenar de pasajeros de Spanair que se encontraba en Gambia y que llevaba horas esperando viajar desde este país. El avión debía haber salido el sábado a las 12:00 horas de la capital de Gambia, Banjul, pero no pudo hacerlo al suspender Spanair su actividad. Finalmente, una aeronave de Vueling despegó a las 4:00 de la madrugada de ayer del país africano y aterrizó a las 9:45 horas en el aeropuerto de El Prat-Barcelona.

Los pasajeros (gambianos que trabajan en Cataluña y pasaban unos días en su país de origen y algún turista español) aseguraron que más personas afectadas permanecen en Banjul a la espera de poder tomar otro avión con dirección a Barcelona.

Spanair tenía previsto transportar este fin de semana a unos 23.000 pasajeros en los 384 vuelos programados en los aeropuertos españoles, de los que 139 se iban a efectuar en Barcelona y 85 en Madrid.

En otros aeropuertos del país también se han producido colas de pasajeros afectados para presentar reclamaciones. Es el caso de Gran Canaria, donde ayer estaban programadas ocho salidas a Madrid, Barcelona y Bilbao, aunque la compañía tenía proyectadas para esta jornada 27 operaciones en el conjunto de aeropuertos canarios.

Por otra parte, una treintena de trabajadores de Spanair y Newco, la empresa de asistencia en tierra, se concentraron ayer ante los mostradores de la compañía aérea en el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago, para protestar por el cese de actividad de la compañía.

Los trabajadores de Spanair en Madrid-Barajas celebrarán hoy asambleas para decidir posibles movilizaciones, al igual que lo harán mañana los empleados de Newco.

El Sindicato de Tripulantes de Cabina ha exigido también el pago del sueldo a todos los trabajadores de Spanair y la resolución de la situación, y ha criticado la falta de información por parte de la compañía a sus empleados.

Por su parte, el presidente de Spanair, Ferran Soriano, ha justificado el cese repentino de los vuelos de su compañía, a última hora del pasado viernes, para evitar "riesgos" en la seguridad.