El año pasado profundizó las dificultades que tienen los jóvenes canarios para trabajar. La destrucción de empleo se cebó con quienes tenían entre 20 y 34 años y se tradujo en 26.400 ocupados menos en este segmento, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el pasado viernes.

Esa fue toda la pérdida de puestos de trabajo registrada en las Islas en 2011, dado que el empleo sí aumentó entre quienes superaban los 45 años de edad, que sumaron 17.800 nuevos ocupados, así como entre quienes no llegaban a los 20, que incorporaron a 900. Donde no hubo variación respecto a 2010 fue en el colectivo de entre 35 y 44 años, el más numeroso.

La mala evolución del empleo juvenil en el último ejercicio hace que la crisis ya haya destruido el 36% de los puestos de trabajo que hace cuatro años desempeñaban quienes no habían cumplido los 35. En cifras absolutas, son 131.300 los empleos perdidos y 89.700 parados más, hasta los 151.900 actuales, el 44% del total.

Ese porcentaje de reducción del empleo rebasa por mucho la caída de la ocupación entre los canarios de entre 35 y 44 años, que es del 10% desde 2007. Por contra, hay más ocupados que entonces con una edad superior (+3,9%).

Ante estas perspectivas, cada vez hay menos jóvenes buscando trabajo en Canarias, como queda reflejado en la reducción de 7.600 activos durante 2011, dato que contrasta con la fuerte incorporación de demandantes de empleo de más de 35 años: 27.400.

Consciente de que las estrecheces del mercado de trabajo isleño afectan más a los jóvenes, el Gobierno autónomo se ha fijado como prioridad aprobar en los próximos meses un plan de empleo específico que facilite su inserción laboral. Para ello desea contar con el beneplácito de empresarios y sindicatos, como recoge la Estrategia Canaria de Formación y Empleo firmada en diciembre.

Ese documento, que orienta las políticas a adoptar a corto plazo, pone especial énfasis en los jóvenes con déficit de formación o que hayan abandonado sus estudios de forma prematura. Se fomentará su contratación con "programas de alternancia de formación y empleo" que estabilicen el puesto de trabajo. También se impulsará su capacidad emprendedora.

Estratos formativos

Aunque hay consenso respecto a la conveniencia de mejorar la cualificación de buena parte de los jóvenes canarios, lo cierto es que, según la EPA, los empleos que se crearon en 2011 fueron ocupados por trabajadores con niveles de formación más bajos.

En términos netos, el año dejó 7.600 puestos de trabajo menos en las Islas, pero este balance esconde el hecho de que se generaron 13.400 para quienes solo contaban con estudios primarios como máximo. En el resto de estratos formativos se destruyeron 21.000, con especial incidencia en los ocupados con estudios superiores (-9.000) según la encuesta del Instituto Nacional de Estadística.

Aún así, como la mayoría de los activos que se incorporaron a la oferta de empleo solo tenía la educación básica (17.800 en el conjunto del año) o eran analfabetos (5.700), el número de parados en este segmento formativo siguió al alza en 2011, hasta los 85.300.