El estreno de Andrés García Tébar se saldó con una sufrida victoria en el campo del vicecolista, que, ayudado por el colegiado Sánchez Rico, jugó en superioridad numérica más de media hora y a punto estuvo de remontar la que, hasta ese momento, era una solvente victoria del Tenerife. Solvente pero no brillante. Porque en esos 60 minutos iniciales de juego pudo llevar el control del encuentro, aunque sin demasiada autoridad. Digamos que lo orientó hacia el rumbo que pretendía, pero no lo hizo a través de la posesión de balón ni de un fútbol combinativo. Como atenuante, las condiciones del terreno de juego de La Fuensanta. El césped, quemado por las heladas, invitaba poco al juego vistoso.

La intensidad es el primer cambio que se atisba en el Tenerife del preparador albaceteño, que, tal y como había adelantado en la rueda de prensa previa, dio la alternativa a Luismi Loro y recuperó para la formación inicial a Cristóbal, Marcos Rodríguez y Kiko Ratón. Lo del portuense duró poco, puesto que se marchó lesionado (parte posterior del muslo derecho) a los 20 minutos de partido. Faltó toque en el tramo inicial para frenar las ansias blanquinegras. Quizá porque los mediocentros blanquiazules anduvieron ayer más perdidos que nunca. A Marcos, por ejemplo, le faltó paciencia para asociarse y arriesgó muy rápido el balón.

Por eso, le costó al conjunto insular llegar con peligro al área de Caballero. El primer aviso tuvo que nacer en un mal despeje de la zaga local, que bajó Kiko Ratón y remató alto Chechu Flores (10''). Respondió el equipo de Montes, como durante todo el primer tiempo, a balón parado. Dailos cabeceó alto una falta lanzada desde la derecha por el exblanquiazul Ruano (21''). Si de algo carecía el Tenerife hasta ayer era de juego entre líneas. Y ya lo tiene. Luismi Loro es ese mediapunta casi anhelado desde el pasado verano. Hasta puede que esa intensidad que ayer mostraron sus compañeros no viniera únicamente de las indicaciones del nuevo técnico, sino también contagiadas por el fuenlabreño.

En una de sus apariciones, puso un balón de gol a Aridane, que no llevaba ni tres minutos sobre el terreno de juego. Aunque en una posición que rozaba el fuera de juego, ni lo dudó el ariete grancanario: cabezazo y a celebrar el tanto (23''). El Conquense le echó bemoles para irse arriba en busca del empate, aunque la situación parecía controlada por los blanquiazules. Eso sí, en acciones de estrategia pudo llegar el 1-1 hasta en dos ocasiones. La primera fue una falta de Morilla que se le envenenó a Sergio Aragoneses (37''), pero que pudo desviar felizmente a córner. La segunda, otra vez de falta, a cabezazo desviado de Vinuesa (42''). Pese a estos dos escarceos, Montes sabía que algo debía cambiar tras el receso. Muy al contrario, el Tenerife solo necesitaba pequeños ajustes. Hacía semanas que el descanso no se afrontaba con cierta tranquilidad y, más aún, que el equipo no salía tan enchufado en la reanudación. Casi en la primera acción destacable, Tacón recibió en apertura de Luismi Loro y centró al área local. No era una buena opción, pero la zaga "dimitió" y la pelota acabó filtrándose hacia el segundo palo. Chechu no perdonó (48'').

Partido sentenciado. O eso parecía. Después de un cuarto de hora con la escuadra local tocada y el banquillo proponiendo cambios ofensivos para arreglar el desaguisado, una jugada cambió el partido. Luismi Loro fue claramente derribado por Javi Selvas dentro del área. Penalty y tarjeta amarilla para el jugador del Conquense, que conllevaría su expulsión. El árbitro no quiso verlo y, en la salida al contragolpe del cuadro local, Tarantino cometió una clara falta. La amonestación no parecía tan evidente, pero el vasco resultó expulsado por las ganas de protagonismo de un caserísimo trencilla.

No fue la última escena belicosa que protagonizó en el choque. Antes de la siguiente, sufrió el Tenerife. Poco después de quedarse con un hombre menos, los de Montes se metían en el encuentro gracias al gol de Vinuesa (63''). Los siguientes diez minutos fueron de asedio local. Muchas llegadas, casi todas por la banda de Cristóbal, que recibió escaso auxilio, con poco remate. Quizá la más clara llegó en una internada de Ruano, cuyo centro no encontró rematador en boca de gol (73''). A renglón seguido, Sergio desvió un cabezazo de Mauri a córner.

Sánchez Rico volvió a reclamar atención en el último cambio visitante. Un malentendido en el banquillo de García Tébar provocó que se señalara la salida de Loro en lugar de Tacón. Protestas, juego parado... y el delegado tinerfeño expulsado, además del sustituido con amarilla. El choque perdió ritmo y el Tenerife salió beneficiado. Los locales se limitaron a colgar balones frontales, pero Mauri (91'') y Ferrer (94'') no acertaron a empatar.