Con sinceridad, pierde uno la cuenta de las veces que ha acudido a esta cita madrileña que se reedita los meses de enero. De las diez convocatorias, al menos la mitad.

Evidentemente, para la primera se acude con el "periscopio" afinado; bulle el afán de conseguir entrevistas en los pasillos, de formalizar encuentros para más entrevistas todavía. Queda uno con las ansiedades de si ir a la ponencia de Ángel León o a la de Joan Roca.

Los estands, incluido el de Tenerife, "crepitan" con un público que sabe sin duda de géneros, elaboraciones y calidades. Aún así, en esta ocasión vi a no pocos gourmets guardando cola para zamparse un suculento... ¡perrito caliente! En casa de herrero, cuchillo de palo, diríase.

Retomo el hilo y vuelvo a enfatizar que no es igual esa primera vez -como casi todo en la vida, claro- que esta última, porque los "andares", las prioridades y las atenciones derivan mucho menos a la parafernalia mediática (tediosamente repetitiva siempre, si me apuran) y del todo a detalles o indicios que en principio pudieran parecer insignificantes.

De cualquier forma, un servidor se define en estas lides de MF, Gastronómika, etc., y en el buen sentido, como "velocirraptor" en busca de "presas" a las que hincar el diente. No precisamente en el afán de ponerse hasta arriba de pisco-sauer, tapas, caldos selectos y curiosidades varias. No.

A veces por intuición, otras tirado de la manga por los que saben de esto, se termina llegando al quid de muchas cuestiones. Me pasó, por ejemplo, con Toño Armas (Dofe), que me llevó hasta una de las catas de Eno-Fusión. Nicolas Joly.

¡Dios Santo! ¡Imponente este francés! que lidera el concepto de la viticultura y elaboración de vinos basadas en la biodinámica. Magistral y convicciones de calado que tanto refrescan la mochila intelectual a los que nos dedicamos a informar sobre esto. Pero, lo que sí dejé para prioridad en la agenda, que resurgió en esos días de ajetreo, fue la convicción de volver a disfrutar, junto a una persona especial y a la que se quiere, las clásicas berenjenas encurtidas de Almagro (Ciudad Real), que se elaboran con un aliño particular y que sirven como gustoso bocado. Queda pendiente.