El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asumió ayer en las conversaciones que tuvo con sus homólogos europeos antes del inicio de la cumbre de la Unión Europea que la reforma laboral que va a aprobar su Ejecutivo le va a costar la convocatoria de una huelga.

Rajoy dio por hecha esa movilización en la conversación informal que mantuvo con el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, y que se pudo escuchar en la grabación realizada por las cámaras de televisión.

El jefe del Ejecutivo español, al igual que hizo con otros de sus homólogos europeos, le explicó las reformas que está abordando para hacer frente a la crisis económica.

Así, señaló que el pasado viernes su Consejo de ministros aprobó la ley de estabilidad presupuestaria, que el próximo dará luz verde a la reforma del sector financiero y que al siguiente se tramitará la reforma laboral.

"La laboral nos va a costar una huelga", se oyó comentar a Rajoy a Katainen con ayuda de un intérprete.

En esas conversaciones previas al inicio de la cumbre se pudo escuchar también a Rajoy explicar al primer ministro holandés, Mark Rutte, que la situación es dura y que aún se prolongará, así como que se ha encontrado con "una herencia muy complicada" y un déficit de más del 8%.

Por otro lado, tras su encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, confirmó que la reestructuración del sistema financiero se aprobará "en la semana que entra", por lo que se presentará, con toda probabilidad, en el Consejo de Ministros de este viernes. Seguidamente, insistió en que la reforma laboral estará lista también "en febrero", aunque no concretó la fecha. No obstante, si se tiene en cuenta el plazo de tres semanas que se dio el Ejecutivo para sacar adelante el grueso de su programa de reformas, es previsible que la del mercado de trabajo se apruebe en el Consejo de Ministros del 10 de febrero.

Sobre este asunto, Rajoy puso en valor el acuerdo sobre negociación colectiva firmado la pasada semana por patronal y sindicatos, que incluye objetivos de moderación salarial hasta 2014 "sin revisión según la inflación", según enfatizó, antes de resaltar que esto es "algo que no se había producido nunca".

De "poco edificantes" y hasta "temerarias" calificó las palabras de Rajoy el responsable de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, que criticó que el jefe del Ejecutivo haya llegado "al extremo" de comentar en "petit comité" en Bruselas la próxima reforma laboral antes de haberla explicado a los agentes sociales y a la sociedad española en su conjunto.

Las polémicas declaraciones tampoco sentaron nada bien en Izquierda Unida, cuyo portavoz en el Congreso, José Luis Centella, instó a Rajoy a exponer en el Parlamento sus planes, al tiempo que apuntó que es "una vergüenza" que, ante sus homólogos europeos, "frivolice" con la posibilidad de una huelga general en nuestro país.

Por su parte, el candidato a la Secretaría General del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba acusó al presidente del Gobierno de "ocultamiento masivo" y de "engañar" a los españoles.

Entre tanto, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, defendió que se trataba de una frase dicha "coloquialmente" que "no hay que tomar al pie de la letra".

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