Tiene 37 años, una licencia de taxi de Santa Cruz de Tenerife y numerosos pagos que atender cada mes. Pedro (nombre ficticio) solicitó al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el pasado 1 de diciembre que le rescaten su licencia porque no puede más.

Todos los meses tiene que hacer frente a los pagos del seguro del coche, la licencia, la Seguridad Social, la hipoteca, la manutención de su hija, el alquiler... "Qué va, no llego, no llego", reconoce.

Este taxista, que prefiere permanecer en el anonimato, asegura que lleva cerca de 10 años trabajando en el taxi y que este sector profesional "ha ido para atrás, para atrás" "Me he visto casi en la ruina", añade.

Aparte, explica que un problema de salud le impidió trabajar durante seis meses, lo que agravó su situación. El seguro le compensó esa baja laboral con 500 euros, "pero eso es solo lo que pago de hipoteca". Para subsistir tuvo que aplazar el pago de esas contribuciones a la Seguridad Social, que ahora está pagando a razón de "75 euros al mes" más por los atrasos durante "cinco años". "Tuve que ponerme a trabajar sin estar recuperado del todo porque si no, me comían los bichos", dice, en referencia a los pagos que tenía que hacer y que tuvo que aplazar ante la imposibilidad de trabajar.

Para paliar esta situación, Pedro ha solicitado la subvención de 40.000 euros que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo van a pagar a 60 taxistas para contribuir a descargar de licencias la ciudad y, así, contribuir a que haya más negocio para los conductores que queden.

En la actualidad, Pedro trabaja por las mañanas para una empresa privada y por las tardes conduce el taxi. También lo hace los fines de semana, cuando no está con su hija.

Como ejemplo de su desesperación pone que el domingo 22 de enero empezó a trabajar a las 5.30 horas y paró a las 12.00, habiendo recaudado hasta entonces 11,75 euros, asegura. Por la tarde, retomó la jornada a las 16.30 y finalizó a las 21.00 horas, con sólo 3,70 euros cobrados.

"Si a mí no me cogen la licencia, no sé lo que voy a hacer", dice. Y detalla que sus padres fueron los avalistas de la hipoteca de su casa, con lo que, si no paga, el banco iría a desahuciarles a ellos.

El taxi se come un sueldo

"El sueldo que tengo lo estoy empleando para pagar el taxi", explica, para recordar, con cierta amargura, que también tiene que comer todos los días.

Además, añade que dentro de dos o tres meses tendrá que gastar casi 1.000 euros en arreglar el taxi. "A mí el negocio este lo único que me está dando son pérdidas. Y un negocio que da pérdidas lo más lógico es que te lo quites", apostilla.

Todos estos son los motivos que han llevado a este taxista, de sólo 37 años, a solicitar acogerse a la subvención. "A mí el tema del taxi me salió mal", resume.

Sin embargo, el otorgamiento de esta ayuda o subvención por cese de actividad está ligada "al cumplimiento por los beneficiarios de una serie de requisitos, entre los que destacan tener 58 o más años de edad, haber tenido la licencia municipal de autotaxi de forma ininterrumpida durante los últimos diez años, estar dado de alta en el régimen de trabajadores autónomos de la Seguridad Social y comprometerse a abandonar la actividad en nombre propio y sin tener la posibilidad de adquirir en el futuro una nueva licencia de autotaxi", según explicó el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en un comunicado de prensa remitido el 13 de enero pasado.

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Al menos tres peticiones más

La asociación Tele Taxi explicó a este periódico que ellos han canalizado un total de cuatro peticiones (contando con la de Pedro que se detalla en el texto principal) para acogerse a la subvención, aunque consideran que deben haberse presentado más.

Sobre los criterios para poder beneficiarse de estas ayudas, Tele Taxi presentó un escrito al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en el que se le pidió una serie de aclaraciones sobre estas disposiciones, entre ellas la de ser mayor de 59 años. En este sentido, piden que primen los criterios de igualdad y no discriminación a la hora de seleccionar las 60 licencias entre todas las personas que hayan solicitado ya la concesión de esta subvención.

Asimismo, añaden en su escrito: "nos vemos en la obligación de recordarle que estas ayudas propuestas no son la solución a los problemas que debe afrontar el sector del taxi", aunque sí lo sea para algunos "jubilados o incapacitados permanentes".