Hay personas que han acomodado sus vidas, con una sencilla naturalidad, al ciclo de los viñedos, señal de dignidad y orgullo.

Hay personas que han acomodado sus vidas, y además con una sencilla naturalidad, al ciclo de los viñedos. Son esas gentes que, más allá de modas y estereotipos, asumen con dignidad y orgullo la herencia de sus ancestros y que, adaptándose a los tiempos, han crecido trabajando la tierra, pese a la dureza y el desdén social, y aún después de haber conseguido licenciaturas como parte del currículum docente, han aprendido a querer y conservar las viñas y el paisaje como parte de su devenir.

Esta bodega representa un ejemplo de esas explotaciones que han sabido transmitir de generación en generación no sólo la propiedad de frías extensiones de suelo medidas en hectáreas, sino el bagaje de una tradición que entronca con los antiguos.

El Mocanero toma su nombre del mocán, especie de la laurisilva presente en la zona de Las Riquelas, en El Sauzal, junto a una de las parcelas donde la familia Díaz gestó, en su momento, el origen de la bodega. Del mocán brota un fruto en forma de cápsula carnosa, más o menos ovalada, que recibe el nombre de yoya. Las crónicas destacan su importancia en la época previa a la conquista y los antiguos pobladores, al ser uno de los pocos frutos comestibles que producían los bosques, los utilizaban para preparar una bebida llamada charcequén, según algunos relatos el primer vino destilado en Canarias, acaso por el color rojizo del líquido.

Este origen está presente en una

bodega que no esconde sus modestos inicios en el espacio de un garaje, alumbrando 500 botellas, y que a partir de la asimilación tecnológica que sobrevino en la década de los 80, con la creación y el impulso de los Consejos Reguladores, reconvirtiendo unas viñas que formaban rastras centenarias al cultivo en espaldera, perfectamente orientado y con una elevada mecanización en las labores culturales, ha conseguido mayor efectividad y mecanizar el proceso sin perder identidad.

Desde los 350 y hasta los 600 metros se extienden uvas del tipo listán, tanto negro como blanco, además de negramoll, con la presencia, en menor medida, de variedades autóctonas como la castellana, tintilla, moscatel o marmajuelo, la Bodega El Mocanero da vida a cinco referencias que se dirigen al consumo en el mercado regional: rosado; blanco; un tinto maceración carbónica; el tinto tradicional y la estrella, un cien por cien negramoll, monovarietal que de 3.000 ha crecido hasta las 15.000 botellas en solo cinco años.

Ahora, inmersos en tiempo de poda, la bodega vive ese duermevela entre el empaquetado y la el guiño de la próxima cosecha.

Dirección: Carretera General de Tacoronte, 347

Teléfono: 922 560 762 web / email: bodegaelmocanero.comelmocanero@bodegaelmocanero.com

Enólogo: Ángel Díaz Bodeguero: José Miguel Díaz Torres Persona de contacto: Ismael Díaz Visitas: Previa concertación por teléfono.

D.O.: Tacoronte Acentejo