La crisis económica no solo está afectando a la sanidad pública, sino también a la privada, como demuestra el hecho de que el Hospital San Juan de Dios de Santa Cruz de Tenerife haya decidido echar el cierre en el servicio de rehabilitación, después de que el Servicio Canario de Salud no le remitiera ni un solo paciente nuevo durante todo el mes de enero y tras haber perdido más de 2,5 millones de euros en facturación durante el año pasado.

"El servicio ha seguido funcionando en enero, pero con los pacientes que continuaban sus tratamientos de meses anteriores, porque no nos han remitido ninguno nuevo", confirma el gerente del centro hospitalario, Juan de León, que reconoce que "la situación financiera no es fácil y obliga a tomar decisiones difíciles".

Según la dirección de San Juan de Dios, los recortes han afectado sensiblemente al centro, puesto que solo en 2011 la facturación disminuyó por encima de los 2,5 millones de euros, lo que supuso que se cerrara el año con importantes pérdidas que, si bien aún "no se contempla el cierre del centro ni suspender nuevos servicios", sí que ha obligado a despedir a buena parte del personal.

"Se han tenido que hacer ajustes de plantillas en todos los ámbitos para adaptarnos a la nueva situación, porque no podemos permitirnos tener trabajadores inactivos. Todo esto ha sucedido principalmente durante 2011. Ahora lo que ocurre es que eso va a más y, tras acabarse el contrato marco en materia de rehabilitación, el Servicio Canario de Salud (SCS) ha dejado de remitirnos pacientes, haciendo inviable el servicio que hasta ahora ha venido funcionando", detalló el gerente, que no obstante aclaró que "se va a mantener la plantilla que sea necesaria para cubrir las necesidades rehabilitadoras de los pacientes que son operados aquí, pero ya no aligeraremos las listas de espera de otros centros".

Se da la circunstancia de que precisamente el servicio de rehabilitación era una de las principales señas de identidad de San Juan de Dios, "un servicio emblemático", según el propio gerente, puesto que justamente este servicio fue el primero que se puso en marcha hace ahora 50 años. "En total, la empresa va a prescindir de 12 de los 16 trabajadores que hasta ahora conformaban la plantilla de rehabilitación. Solo se quedarán un médico, dos fisioterapeutas y una auxiliar", confirma de León.

No obstante, desde la dirección del complejo sanitario se hace un llamamiento a la calma y se asegura que "aunque el resto del hospital también tiene problemas, no se prevé cerrar ningún otro servicio".

Lo que sí se va a ver afectado será la inversión para la reforma de todo el centro, puesto que no se dispone de los recursos económicos previstos. De esta manera, en la actualidad se está remodelando el aparcamiento y también la planta de hospitalización, pero "ahora habrá un parón".

"La Consejería de Sanidad mantiene para este año prácticamente el mismo presupuesto que el año pasado para la concertación de servicios sanitarios, y ello nos permitirá continuar prestando servicios con cierta normalidad, pero también es verdad que es previsible que haya cambios si Rajoy introduce nuevos recortes. En cualquier caso, la viabilidad del centro no se va a ver afectada, pero sí se ajustarán la plantilla y la actividad", sentenció.