El nuevo líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, prometió ayer que será el secretario general de todos los socialistas, aseguró que no pedirá a nadie salvoconductos ni pasará facturas y dejó claro que ya ha llegado el momento de la unidad tras la batalla sucesoria interna de estos días.

Según fuentes socialistas, el exvicepresidente del Gobierno logró el apoyo de 487 delegados, lo que significa el 51,16% de los votos, en tanto que Chacón recibió el respaldo de 465, un 48,84%.

También hubo dos votos en blanco y otro nulo, de un total de 955 sufragios emitidos, con lo que prácticamente votó el cien por ciento de los delegados que podían hacerlo, 955 de 956.

Fue el presidente de la Junta de la Mesa y del 38 congreso del PSOE, José Antonio Griñán, quien anunció el resultado de la votación y explicó que la tardanza en el recuento, que duró hora y media, se debióa que el escrutinio se realizó manualmente.

En su primera intervención ante sus compañeros tras ser elegido para el cargo, por 22 votos sobre Chacón, Rubalcaba señaló que "éste ya es el momento de la unidad, éste ya es un acto de la unidad".

Además, mencionó a sus predecesores en la secretaría general del PSOE durante la democracia, Felipe González, Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero, para señalar que, cuando abandone el cargo, le gustaría irse con el mismo cariño que ellos.

"Lo importante no es llegar, sino saber salir", ha remachado ante los delegados e invitados asistentes al 38 congreso de su partido, a quienes ha confesado sentir "un enorme orgullo y una gran responsabilidad" ante su nuevo cargo.

En pie

Recordó que, tal y como adelantó por la mañana en su discurso de presentación, su propósito es impregnar su proyecto de unidad y cambio y sostuvo que va a ser el secretario general de todos los socialistas: "y os aseguro que de todos, ni facturas ni salvoconductos".

Durante su breve discurso agradeció la participación de los militantes y los delegados, incluso a quienes no le votaron, y quiso dar las gracias en especial a Chacón, porque ella también ha contribuido "a que ésta sea una buena tarde para el PSOE".

Tras más de un mes recorriendo federaciones y agrupaciones socialistas, Rubalcaba no vio a los militantes "de brazos caídos", sino responsabilizados, porque el socialista es un partido fuerte y que está en pie.

A los millones de votantes y no votantes que están esperando la actuación de los socialistas y a los jóvenes que temen por su futuro se dirigió Rubalcaba para decirles que tendrán respuesta de ayer y hoy, en las diferentes resoluciones que se aprobarán en este cónclave.

Pese a que reconoció el interés mediático que despertó la elección del nuevo líder, Rubalcaba afirmó que "lo más difícil empieza ahora", con el debate de las enmiendas presentadas por muchos militantes que "han dado lo mejor de sí mismos peleando con uñas y dientes" sus alegaciones.

Se dirigió además al presidente andaluz, José Antonio Griñán, y al dirigente asturiano Javier Fernández para hacer hincapié en que no se ha olvidado de la cita electoral que esas dos comunidades tienen el próximo 25 de marzo y para garantizarles que trabajará por la victoria socialista en esas dos regiones.

No quiso olvidarse de recordar a Alfonso Perales, un histórico socialista de Cádiz fallecido hace algunos años y a quien, según aseguró, sigue echando mucho de menos.