El plenario del 38 Congreso del PSOE avaló ayer la Ejecutiva formada por Alfredo Pérez Rubalcaba con el 80,42 por ciento de los votos a favor de los delegados. De esta forma, la nueva cúpula socialista logra un respaldo algo superior a la que aprobó el 34 Congreso del PSOE que eligió a Joaquín Almunia secretario general y claramente inferior a las que propuso José Luis Rodríguez Zapatero.

La de Almunia en 1997 obtuvo el respaldo del 73 por ciento de los delegados. La que surgió del 35 Congreso Federal, que eligió a Zapatero secretario general y a Manuel Chaves presidente, obtuvo un 90,2 por ciento de apoyos. La de 2004 el 96,10 por ciento y el 98,92 por ciento la que salió del Congreso Federal de 2008.

La nueva Ejecutiva Federal es paritaria y muy territorializada y sitúa a sus fieles en los puestos de mayor responsabilidad, con mínimas concesiones a los sectores cercanos a Carme Chacón.

Todos los afines a la excandidata -menos de una decena- serán vocales sin una cartera concreta, con la excepción del nuevo presidente, el andaluz José Antonio Griñán. El PSC mantiene sus dos vocales "sin cartera", que serán ahora Esperança Esteve y José Zaragoza, uno de los más implicados en la promoción de Chacón.

Como número dos y vicesecretaria general, Rubalcaba tendrá a Elena Valenciano mientras que el secretario de Organización será Óscar López, responsable del PSOE de Castilla y León. Entre los 17 secretarios con cartera entran sólo siete nuevos mientras que los 10 restantes ya estaban en la anterior Ejecutiva de Zapatero. Todos ellos son muy cercanos al nuevo secretario general.

A ese núcleo duro se suma, como presidente, José Antonio Griñán, único cercano a Chacón. Fuentes del entorno de Rubalcaba subrayaron que el nombramiento de Griñán responde al empeño de ganar las elecciones andaluzas y también al valor que le da a él personalmente.

También es extraordinariamente cercano al nuevo líder el secretario general vasco, Patxi López, nombrado secretario de Relaciones Políticas.

Lo mismo valdría para el también vasco Eduardo Madina, tentado por muchos como tercera opción y también autodescartado y neutral en el proceso. Madina seguirá siendo previsiblemente secretario general del Grupo Socialista y repite como vocal sin cartera en la Ejecutiva.

Repiten también en el núcleo duro de la Ejecutiva el madrileño Antonio Hernando y el andaluz Gaspar Zarrías, aunque se han intercambiado puestos. Hernando, muy cercano a Rubalcaba desde su puesto de portavoz de Interior en el Congreso, será secretario de Política institucional y autonómica y Zarrías de Ciudades y Política Municipal.

"Marcados por el fracaso"

Por su parte, el secretario de Comunicación del PP, Carlos Floriano, aseguró que la elección del nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es un "punto y seguido" del "fracaso" de los socialistas en las últimas elecciones y espera que sepa trabajar para los intereses generales del país de cara a "poder llegar a acuerdos importantes" para el bien de España.

Floriano dijo que los dos candidatos que concurrían a la dirección del PSOE estaban marcados por "el fracaso" electoral.