El local de ambiente Jet Lag, ubicado en la calle Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, volvió a abrir sus puertas el miércoles pasado tras 11 días de haber sido cerrado y precintado por la Policía Local por orden de la Concejalía de Urbanismo.

El Jet Lag fue cerrado por incumplimientos reiterados de los niveles de ruidos, según los informes de Urbanismo, que aseguran que el local solo tiene licencia de grupo 2, que es bar o restaurante sin música.

Jenny Batista, la dueña del negocio, se quejó de que había presentado en dos ocasiones la documentación para regularizar su situación para obtener una licencia de tipo 2 con música ambiental. La última de ellas fue el 21 de octubre pasado.

Batista dice que va a volver a presentar toda la documentación y que recurrirá la multa de 15.000 euros por poner música sin licencia o no haber cursado la comunicación previa.

Por su parte, Urbanismo argumentaba que tenían numerosas quejas y denuncias de los vecinos del local, situado en el entorno de la zona de La Noria.

Sin embargo, Batista asegura que a ella no le notificaron la resolución en la que se les advertía de que no podían poner música o se les cerraría el local.

Además, esta empresaria nocturna se quejaba de que existen otros locales en el entorno que incumplen la normativa reiteradamente, pero contra ninguno se habían adoptado medidas tan drásticas.

Por ahora, el Jet Lag ha vuelto a abrir sus puertas, Batista ha anunciado que volverá a presentar copia de toda la documentación sellada y visada por un arquitecto para volver a solicitar la licencia de tipo 2 con música ambiental. En un primer lugar se le denegó esta licencia porque no estaba utilizando adecuadamente el limitador de volumen, según explicó Urbanismo.