Llega la semana grande de las murgas, 21 formaciones críticas que llevan preparándose desde septiembre, y algunas de ellas desde antes del verano del 2011. Esta moda de ensayar a dos meses de acabar las fiestas son de las pocas cosas que se han importado desde Las Palmas de Gran Canaria, y que no entiendo porque si durante décadas las murgas han ensayado desde septiembre y ha dado tiempo de todo, por qué ahora empezar en mayo si cuando quedan apenas dos semanas de concurso aún les sigue faltando las ultimas estrofas por montar. Anoche se subían al escenario 7 grupos, casi 400 personas con los nervios a flor de piel porque llegaba su gran día. Unos han pedido permiso a sus jefes, otros cogen vacaciones, los que estudian han hecho un puente, y hay quien se ha cogido hasta una baja por depresión, para así justificar por qué le vieron en el recinto ferial dejando las penas a un lado. Unos nervios que se ven aumentados por agentes externos como el caso de murgas como La Traviata, Zeta Zeta y Los Trabas que repasaban su repertorio de fase con la noticia de que aún les faltaban disfraces por terminar a menos de 24 horas del estreno, algo que todos los años le pasa a algún grupo. No puedo dejar de acordarme de la imagen de Melositos en aquel fatídico año 99 o la imagen del salón de Joroperos en 2008 para acabar el disfraz de Bambas o el de Desinquietos 2011, por nombrar algunos ejemplos... etc. La noche previa a un concurso es muy estresante, se repasa el repertorio, se ultiman los detalles de la parodia o puesta en escena (dícese de lo que se ha puesto de moda en las murgas porque creen que es mejor para entender la letra y gustar al jurado), se insiste en aquel componente que aún no cuadra los movimientos y desentona, con el que no afina bien para decirle que no se pegue tanto al micro, con el representante de la murga en el sonido e iluminación para indicar cuándo hay que bajar y subir palancas. También toca repasar el esquema cronológico, ustedes van a pintar, tú vas a entregar las letras, tú vas a buscar los bocadillos y refrescos, tú cargas percusión, tú cállate y no critiques a las murgas contrarias, y tú aprovecha el tiempo y apréndete la letra que aún la estás escupiendo, etc... Los nervios son aún peor cuando la murga tiene algunas presiones generadas por los seguidores, periodistas, simpatizantes y mayormente por detractores. Unos por definirse definitivamente, otros por evitar comparaciones, están aquellos que se quedaron a las puertas y tienen ansias de entrar, quienes estrenan director, los que quieren volver a recuperar su sitio, y los que estrenan director musical. Quedarán los que tienen que demostrar que son una gran murga, los que quieren intentar quedar a la altura de lo que publican por ahí, y los que han de dar la vuelta a la tortilla y dejar bocas abiertas, hay quienes quieren dejar claro que no son menos que nadie, etc... y luego estamos nosotros los espectadores para aplaudir el gran trabajo que hay detrás y pasarlo en grande escuchando cada una de las 21 murgas adultas del Carnaval 2012. Ah, y no me olvido de quienes estarán durante dos meses o más hablando de si el jurado ha sido justo o no en el pase a la final y cómo no, los premios. Suerte a todas las murgas y felicidades por ser protagonistas del concurso estrella.