El Ministerio sirio del Interior aseguró hoy que continuará la persecución de los "grupos terroristas armados" que operan en Homs, bastión opositor que sufre desde el pasado viernes intensos bombardeos del ejército que han causado cientos de víctimas.

El Gobierno sirio acusó a esos "grupos terroristas" de la escalada de la violencia en las últimas semanas, e insistió en que continuará su ofensiva "hasta recuperar la seguridad y la estabilidad en la ciudad", indicó un comunicado difundido por la agencia oficial Sana.

Según el régimen, seis miembros de las fuerzas de seguridad murieron hoy en los enfrentamientos y otros once resultaron heridos, mientras que decenas de "terroristas" perdieron la vida en los ataques.

Frente a las denuncias de la oposición, que asegura que el hostigamiento sobre la población civil es sistemático y arbitrario, Interior dijo que las autoridades han puesto en práctica "la máxima contención" y han ofrecido a los insurgentes oportunidades para "volver al camino de lo correcto".

Asimismo, el régimen sirio acusó a los rebeldes de poseer un gran arsenal, con bombas de fabricación israelí incluidas, artillería antiaérea, rifles automáticos y munición.

El ejército sirio reanudó hoy los bombardeos contra Homs, el lugar más castigado por la represión, donde ayer murieron más de sesenta personas, informaron los grupos opositores.

La Comisión General de la Revolución Siria precisó que el ejército ataca con artillería el barrio de Bab Amro, donde muchos edificios han resultado dañados.