Los vecinos del pueblo costero de San Andrés dudan de que las obras que se están ejecutando en el frente marítimo de la avenida vayan a servir para evitar las consecuencias de las mareas que cada año amenazan a viviendas y comercios, y es que este fin de semana, teniendo en cuenta que, aunque se ha reforzado la defensa de la avenida, incrementando la escollera y levantándola un metro, el agua volvió a saltar a la carretera.

Es verdad que la acción del mar no tuvo las consecuencias del pasado verano, cuando los vecinos y comerciantes vivieron con preocupación cómo nuevamente el mar llegó violentamente a sus negocios y viviendas. En esta ocasión, el domingo fue un día sin excesivo oleaje y aún así, justamente en la parte más levantada de la escollera, antes de llegar a la batería de San Andrés, el agua llegó sin ningún tipo de problema a uno de los carriles de la avenida anegando la zona de obras por donde transcurren las máquinas que se afanan por poner las piedras de gran tonelaje.

Esta circunstancia ha hecho dudar a la ciudadanía de las obras de refuerzo que se están ejecutando y la mayoría de los consultados no dudan en señalar en que "el problema se va a seguir generando si no construyen de una vez la escollera sumergida en el mar".

Sobre ello critican que transcurridos seis meses después de las últimas mareas peligrosas los trabajos de refuerzo no hayan terminado, "porque al fin y al cabo, aunque no sea una solución, ya que invierten el dinero lo normal sería que la terminaran de una vez, ya que el pueblo parece un campo de minas perpetuo que echa a los visitantes del pueblo", señaló uno de los comerciantes afectados.

Obras de remiendo

Un vecino, en cambio, criticó que el domingo se haya cerrado el pueblo "a cal y canto en previsión de una marea que ni mucho menos se preveía de las peligrosas, porque la experiencia nos dice que las que lo son se meten cuando hay tiempo Sur". Otro de los consultados explicó que en el pueblo se cree que la protección que se está ejecutando es solo un remiendo de un mal proyecto porque consideran que la inclinación que le han dado a la pared permite al mar llegar sin problema a la avenida. "Si la marea hubiera venido como en agosto y septiembre volveríamos a hablar otra vez de problemas, porque sin ser la de ayer (por el domingo) muy fuerte, el agua llegó a la carretera. Mire cómo está todavía todo mojado, porque anoche también subió. El problema es la inclinación. Mientras tenga el desnivel actual, por mucho que la eleven el agua seguirá entrando hasta las viviendas y los comercios", indicó.

En este sentido, la gran mayoría de los vecinos y comerciantes consultados dejan claro que el problema se minimizará desde el momento en el que se haga la escollera sumergida que impida que el agua llegue con fuerza al frente marítimo de San Andrés.