Los Bambones de Primi Rodríguez retornaron a lo más alto después de varios años de sequía en Interpretación, aunque es verdad que destacó en un certamen flojo y en el que diez mil personas se dieron cita anoche en la gran final de murgas, que se celebró por segundo año consecutivo en el estadio Heliodoro Rodríguez López y dejó en evidencia a aquellos que siguen apostando por el campo de fútbol como escenario.

El segundo premio fue para Trapaseros y Mamelucos quedó en tercer lugar.

En Presentación se llevaron los galardones Trabas con una fantasía de hechiceros. El segundo, Bambones, con una chaqueta pintada, y terceros Desbokados, con inspiración en Mary Poppins.

El espectáculo del pasacalle y la crítica comenzó puntual a las 20:30 horas, con la intervención de la murga madre de Canarias, la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, con Ulises Noda al frente de la institución. El director tuvo la difícil misión de animar a la escasa afición, con una grada de gol vacía y San Sebastián y Tribuna convertidas en un desierto, si bien, poco a poco, según transcurrió el espectáculo se fue llenando hasta alcanzar un holgado tercio. Sin duda, los seguidores de las murgas se quedaron escaldados el año pasado y decidieron no repetir la experiencia del estadio, cuando el sonido dejó mucho que desear.

Anoche el sonido parecía más claro, pero era cuestión de ver cómo se sucedían las actuaciones, pues las letras llegaban con retraso a la de grada de gol...

La Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá acometió su presentación para luego desgranar un clásico en su repertorio: "El carnaval de Las Palmas", continuando con "Canalla Coalición" y otro clásico: "El Cubanito".

Ulises Noda lanzó tres mensajes: el primero, el reconocimiento a las figuras de Manolo Monzón y el Cotena, padre de las comparsas uno y carismático componente de Bambones el segundo. Otro mensaje fue más explícito.

El maestro de la Fufa pidió a las aficiones que fueran una y, para ello, echaron mano de un "novato" que se dedicó a pedir el aplauso de las aficiones. Sin duda, el ímpetu del componente de la Fufa fue superior al eco de la afición. Y es que el estadio parecía sordo. Mucho aforo para poco público. Ulises Noda también dedicó una salutación a su letrista, Jose "El Canario", y Víctor "El Gallo", así como al gran letrista Nicolás Mingorance.

Tras la presentación, tres temas y despedida, pareció que se había acabado la final, que ni siquiera había comenzado. Y tomó el escenario Ray Castellano, quien amenazó con competir con las murgas. Era cuestión de esperar. Y desear no agotar...

Casi una hora después de las 20:30 horas, comenzó la gran final, como dijeron los propios presentadores, como si la Fufa fuera de otra galaxia. "Por fin llegó..." anunciaban en los micrófonos a los componentes de Diablos Locos. Arrancaba el tiempo de concurso. El sonido, del uno al cien, a mil de volumen.

Diablos Locos.- Maxi Carvajal, el director trónico, admitió que la final arrancaba fría, y pidió la entrega del público. Era cuestión de salvar el espectáculo, pese a la poca presencia de público. "Vienen Diablos Locos para hacerte disfrutar". Ojalá. Para cuando Diablos ya acababa su pasacalle ya había logrado su objetivo: "Llegan los Diablos para hacerte disfrutar". Con el público en el bolsillo, arrancaron "Los náufragos", el primer tema en concurso y en el que, según dijo Víctor Asensio, el letrista, recreaba la odisea de un crucerista que atraca a Santa Cruz y se va a comprar a La Laguna porque en la capital está todo cerrado. Y comenzó la intervención. El crucero había naufragado.

El tema arranca con un náufrago en una isla redonda, con referencia a la Isla de los Supervivientes. Los Diablos caracterizados, con pelucas y barbas. El arranque del tema parece cadente por la selección musical. Y se encontraron a Charli de Las Gaviotas, que reprocha que la playa está cerrada desde hace un año. Diablos parecían desafinar. Desde luego no tenían fuerza. Referencia a la playa de San Andrés, que se inundaba otra vez. El tema tenía dos caras: la letra crítica, en un intento de hilar la estancia del náufrago en la isla desierta, con una puesta en escena mucho más divertida. Mejor su escenografía que la calidad de la letra.

En el paseo del náufrago encuentra a Manolo Artiles, para empatar con otro tema al ritmo de una ola. "Desde que tu llegastes el solitario ya se acabó". Y cantan a Cristina Tavío y Ángel Llanos... Tema deslavazado, para terminar hablando de los indigentes, y comparan lo que estos ganan con lo que cobran los políticos, en especial el alcalde. En el albergue no caben más. La calidad del tema lo define el final: "Solo te pido disfrutar de la ciudad, si no vete a la mierda"...

De ahí, al segundo tema. El por- qué de las cosas. A ver si es mejor. Musicalmente, el inicio de Diablos deja que desear. ¿Por qué? Eso no se lo preguntaron, pero era una gran incógnita. Por qué la gente come langostino; que le pregunten a Shakira, por qué los guiris usan cholas con calcetines, por qué le duele la cabeza a la mujer, por qué tengo que aguantar a mi suegra... Por qué cuando estornudas me dicen Jesús... Y añaden una cumbia para La Gomera. Una Isla donde se disfruta, para arremeter contra Casimiro Curbelo. Por qué se acaba la botella de butano a mitad de bañarse, por qué la capital cultural no se la dieron a Las Palmas...

Y apuestan por humor: por qué las mujeres no van nunca al baño sola. Ellas hacen pis y cola, pis y cola, para preguntarse por qué siguen siendo aficionados al Tenerife aunque esté en segunda B, con bandera incluida. Y preguntando, también se interpelan la odisea de un moco, o por qué se ponen raro a las cosas. Por qué se fue un jurado del concurso, por qué Humberto tiene cara biscochón. Mejoran cuando dicen sopla, aunque dicen que le hace más daño. Si te ligas a una piba, sopla; si te roban el primero, sopla; y te dan un tercero, resopla...

Dicen que el pacto de CC es como si comparten Diablos y Bambones. La actuación de Diablos resultó fría. Con contenido, con voces perdidas por momentos. Decepción. Su primer tema, mejor que el segundo, tema que arrancó fuerte pero que se diluyó. Se esperaba muchísimo más.

Zetas-Zetas.- Fueron los segundos en tomar el escenario del Heliodoro. Su presencia inundaba de color. Nada más arrancar su actuación, Brito, el maestro del humor de Zeta-Zetas, caricaturizó a "Golorino", que fue el presentador de la tercera fase de las murgas. Y se disfrazaron de superhéroes, que servían de cortinillas ante del primer tema y el segundo, y permitían a la murga caracterizarse para adaptar la puesta en escena. Primero, el Supersticioso, luego, Los mártires del Carnaval.

Su primer tema, El Superticioso, arrancó deseando a Las Palmas que celebre su final un martes y trece, para continuar con Zerolo, que lleva una herradura al cuello, la diosa fortuna que lo ha acompañado para ganar tanta lotería. Siguen con los murgueros, cargados de amuletos, y gracias a eso sin humor consiguen la máxima puntuación del jurado o critican y el jurado no se lo reconoce. Se preguntan cuántos espejos se han tenido que romper para que Buenavista o Garachico tengan tanta mala suerte, con colas eternas en la autopista. Engancha este tema. Un bien hilo conductor. Hay quien tiene buena suerte durmiendo cada día en un banco. Son tantos indigentes. Y hacen un conjuro, aunque a su director musical, David Padilla, no se le escucha. Una declaración de amor a la afición. Y por el Carnaval. Letra bien estructurada con hilo conductor original y argumentado. Tal vez un poco candente el final del tema. Pero el frío se apoderaba de la noche y también de la afición.

Y Zeta-Zeta ya tenía premio en su segundo tema solo por aparecer sin camisa con el frío. "Los mártires del Carnaval" hizo un repaso al sacrificio de los murgueros para estar en la final.

En el momento de redactar esta información, Zeta Zetas no había finalizado su actuación, y faltaban por actuar Bambones, Mamelucos, Triqui-Traques Triquikonas, Trapaseros y La Traviata, de la que informaremos de forma amplia en la edición de mañana, que incluirá el veredicto del jurado.