La murga Bambones se alzó esta madrugada con el primer premio de Interpretación en una final que murió este año en el estadio Heliodoro Rodríguez López.
De los ocho participantes, Bambones fueron un oasis de calidad en la llamada final de ayer, junto a los Trapaseros, siendo estos últimos los más completos de fases y final. Pero son de Los Realejos, y eso parece tener un coste muy alto para un jurado que ya en fase los castigó con la séptima plaza.
De forma sintética, Diablos Locos protagonizó su peor final de los últimos diez años, y Zeta-Zetas solo salió del paso. Bambones hicieron una buena actuación, que no brillante, pero eran los reyes de la velada por la pésima calidad de esta edición. Mamelucos mejoraron, pero se esperaba más; Triqui-Traques parece abducido por la Posesa y desde Tino y Nino sigue sin evolucionar; Triquikonas demostraron que son dignas finalistas, pero todavía no están preparadas aún para ser las primeras mujeres que se hacen con uno de los tres premios de Interpretación. Mientras, Trapaseros es la primera división de murgas del Norte, capaz de jugar la UEFA en Santa Cruz y llevarse uno de los dos primeros de Interpretación. La Traviata se reencontró con su estilo. El estadio certificó la muerte de la final este año, que pasó a ser una cuarta fase.

Ni Fú-Ni Fá.- La Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá acometió su presentación para luego desgranar un clásico en su repertorio: “El carnaval de Las Palmas”, continuando con “Canalla Coalición” y otro clásico: “El Cubanito”. Ulises Noda lanzó tres mensajes: el primero, el reconocimiento a Manolo Monzón y el Cotena, padre de las comparsas uno y carismático componente de Bambones el segundo. Otro mensaje fue más explícito. El maestro de la Fufa pidió a las aficiones que fueran una y, para ello, echaron mano de un “novato” que se dedicó a pedir el aplauso. Y es que el estadio parecía sordo. Mucho aforo, poco público. Ulises Noda también dedicó un saludo a sus letristas, Jose “El Canario”, y Víctor “El Gallo”, así como al gran letrista Nicolás Mingorance.

Diablos Locos.- Maxi Carvajal, el director trónico, admitió que la final arrancaba fría, y pidió la entrega del público. Con el público en el bolsillo tras su pasacalle, arrancaron “Los náufragos”, el primer tema en concurso y en el que, según dijo Víctor Asensio, el letrista, recreaba la odisea de un crucerista que atraca a Santa Cruz y se va a comprar a La Laguna porque en la capital está todo cerrado. El tema tenía dos caras: la letra intenta hilar la estancia del náufrago en la isla desierta con una puesta en escena mucho más divertida. Mejor su escenografía que la calidad de la letra. De ahí, al segundo. El porqué de las cosas. ¿Por qué? Eso no se lo preguntaron, pero era una gran incógnita. Por qué la gente come langostino; que le pregunten a Shakira, por qué los guiris usan cholas con calcetines, por qué le duele la cabeza a la mujer... Por qué cuando estornudas me dicen Jesús… Y añaden una cumbia para La Gomera. Una Isla donde se disfruta, para arremeter contra Casimiro Curbelo. Por qué se acaba la botella de butano a mitad de bañarse, por qué la capital cultural no se la dieron a Las Palmas… Y apuestan por humor: por qué las mujeres no van nunca al baño sola. Ellas hacen pis y cola, para preguntarse por qué siguen siendo aficionados al Tenerife aunque esté en segunda B, con bandera incluida. La actuación resultó fría. Con contenido y voces perdidos por momentos. Decepción. Su primer tema, mejor que el segundo, que arrancó fuerte pero se diluyó. Se esperaba muchísimo más.

Zetas-Zetas.- Fueron los segundos en el escenario. Su presencia inundaba de color. Nada más arrancar, Brito, maestro del humor de Zeta-Zetas, caricaturizó a “Golorino”, presentador de la tercera fase de las murgas. Y se disfrazaron de superhéroes, lo que servía de cortinilla al primer tema y el segundo, y les permitía caracterizarse. Primero, el Supersticioso; luego, los mártires del Carnaval. Su primer tema, El Supersticioso, arrancó deseando a Las Palmas que celebre su final un martes y trece, para continuar con Zerolo, que lleva una herradura al cuello para ganar tanta lotería. Letra bien estructurada con hilo conductor original y argumentado. Tal vez un poco candente el final del tema. Pero el frío se apoderaba de la noche y también de la afición. Y Zeta-Zeta ya tenía premio en su segundo tema solo por aparecer sin camisa con el frío. “Los mártires del Carnaval” hizo un repaso al sacrificio de los murgueros para estar en la final.

Bambones.- En tercera posición en concurso, intentaron inyectar la magia a la final con su pasacalle. Y arrancaron con “Indignados”, su primer tema. Indignados con Paulino, con los chinos, todo barato y fuerte mierda… Con la prensa, con la reducción de velocidad y por hacer la final en el estadio... Es el momento de acabar con la indignación. Es la oportunidad de ponerte a gritar. “Atrévete a gritar ...” invitan al público. Y Bambones comunica que este va a ser su último Carnaval. Y desarrollan la profecía Maya. “Si esto va a meter un pepinazo, yo no me voy sin vacilar... Si el mundo se acaba, que los canariones salgan del armario. Coro, buenas voces y… Bambones pide perdón a Zerolo. Lo quieren, pero más quieren a su lotero, aunque a ellos no les da ni un premio. Sensacional. La mejor letra hasta el momento. Y ahora van a ver la cara buena del fin del mundo. Si dicen que las mujeres y los niños van primero, se preguntan dónde meten a los canariones… “Si es mariquita tú me pones el último del todo”. Crítica, humor, sátira. Una letra muy rica. Y llegó la despedida de Bambones. Era el momento de medir si el triste estadio había terminado con el encanto de las murgas. Pero Bambones ganó. Y el público reconoció el esfuerzo por romper el maleficio. ¡Que boten los Bambones! ¡Esto si que es un pedazo de murga! A cuatro segundos de agotar sus 30 minutos. Quedaba ver si el concurso levantaba vuelo.

Los Mamelucos.- Llegan los de la Casa del Miedo, sin miedo a los fantasmas, que se hacen escuchar hasta en Las Palmas con fuerza, tanta que al final parece que van a romper los altavoces con alguna voz fuera de tono. Pero hay magia. Y Toño presenta rápido el primer tema de concurso. Parece que no quiere perder el encanto de su RemixPasacalles Mamels. “Los colores” arranca recordando que el futuro es negro; y cantan en negro; y en rojo, con números rojos con la crisis por los malditos bancos; en blanco, cuando un trabajo pierdes aunque Paulino Rivero te recuerde que en Canarias hay brotes verdes; en verde, la esperanza de tener tiempos mejores cuando trabajen estos vividores. Cambio de ritmo, e invitan al público a jugar: rojo amarillo y…. ¡Verde!, responde el público. Buena selección musical, comercial, con letras tan ricas como populares. Y llegó el segundo: “La historia de la vida”. Manolo Peña se convierte en maestro de ceremonias para recordar el inicio de la vida, cuando estaban los dinosaurios: son Hilario Rodríguez y Miguel Zerolo; aunque crecen, rejuvenecen… Recuerdan la época de los “homos” de Las Palmas; o sea, los “homos sexual”. Y se preguntan cuál fue la primera: la edad de Hielo, que sólo llegará al político ladrón lo mandas a cagar. Llegan los espartanos; son espartanos hartos… Con la coreografía inicial parecen Triqui. Cuál es su profesión? Estilista. Y llega la Duquesa de Alba, que comió del fruto prohibido. El tema acapara la atención más por la puesta en escena que por la calidad de la letra. Lo mejor, su referencia a Los Rumberos. “Yo no tumbo caña, que la tumben los Rumberos y Monzón en el cielo”. Y ya nos vamos. Actuación comercial, con calidad desigual en su letra. Se esperaba más.

Triqui-Traques.- Arrancó dirigida por Lucas Mujica, e iban a demostrar el cambio de Óscar Gómez como director musical. Su presentación incorpora un canto crítico por el maltrato a los grupos de la calle de La Noria, pero enlaza con su pasacalle, espectacular. Anuncian que en su primer tema se van a mojar: se meten en la ducha. Entre lo que cantan, crítica a Melchior, a quien responsabilizan de la desaparición del Martiánez; sacan una esponja para criticar a Zerolo y recupera que ahora es Jose es el que manda en el ayuntamiento: Te invitan a denunciar que Zerolo dejó telarañas en las cajas municipal. ¿Son Triqui-Traques? Son murga crítica, no la locura de sus puestas en escena. Se bañaron y se quitaron el estilo en este tema que limitan a la puesta en escena, desnudos en la ducha. Como se quedan desnudos, invitan a desvelar su patrimonio. De la ducha, se van a “Bollywood”, gran esperanza del desembarco del estilo Triqui. Una letra que lleva desde la India a esta ciudad. Puesta en escena, con espíritu triqui. Traen al espectáculo al canarión, a Gonar como el elefante; la murga se divide en dos, Jazmín y a Alí, que se encuentran a primos y a un montón de turistas comprando hasta manteles. Alí es de Guamasa. A partir de ahí, mucha puesta en escena y humor cacofónico.
Hasta ese momento, parecía más claro que la final tenía un nivel parejo, sin grandes saltos de calidad entre murgas. Un buen primer tema de Diablos, para reconocer el esfuerzo de Zeta-Zetas por intentar hacer un papel digno; magia y calidad en letras de Bambones; Mamelucos sinónimos de espectáculo, sin grandes alardes, y Triqui-murga crítica; Traques-murga espectáculo. Todo podía ser en el veredicto. Lo peor no eran las murgas, sino el certificado de defunción que garantiza el estadio a la final si se vuelve a celebrar allí.

Triquikonas.- Se presentan como murga hermana Guachipanduzy, que quedó a las puertas de la final. Juntos, cantan el pasacalle de los de Luis Mariano González. Primera vez que dos murgas cantaban juntas. Buscaban tocar la fibra. Su primer tema, “De cabo a rabo”, reprocha la actitud de los murgueros que dejan el concurso cuando han terminado las actuaciones de las grandes murgas… y luego al día siguiente sin embargo opinan. Su gran problema, que en fase fue mágica, es que grita. Llegan las elecciones, y recuerdan las promesas de los políticos. Incrustan la referencia a los indignados para dar un salto al verano, y llega septiembre, comienzan los ensayos. Y Triquikonas, siempre de otra dimensión, no pueden evitar entregarse al insulto para criticar al maltratador. Pero sorprende que explota El Hierro, y el sonido también. Y gritar y gritar, dicen y hacen, para lamentar el recorte del presupuesto y de personal. Dicen que han tenido un año para mejorar, pero… no es así. Se disfrazó de murga seria. Tanta fuerza como gritos. Llega el segundo, que lleva su firma. La conversión de Lolo, que es Lola, en donde intentan el más difícil todavía. Las mujeres remedaron a los hombres que quieren ser como ellas. ¿Por qué no subieron las Triquikonas de fase? Mucho grito, poco gusto en su tema de Lolo, y lo mejor el compromiso de su primer tema, por la valentía. Decepción.

Trapaseros.- Arrancaron con la dirección de Domingo González, con una fuerza que revienta la megafonía. Su pasacalle, mágico, arropado por la marea naranja. El primer tema, “Una gran ovación por su gran gestión”. Lamentan la mala gestión de los políticos, y recuerdan que cierran Mercadona, y descuidan al cuerpo de Bomberos, que solo necesita agua y no dinero; el presupuesto en Educación… La canción se torna en una letra arrolladora al hacer un desfile por la cantidad de equipos deportivos que han desaparecido y que en su retahíla hasta parecen que son más. Tanto mamarracho, dicen. Sin duda, junto a Bambones, acometieron la mejor letra y bordan la actuación en este tema. En el segundo tema se convierten en grupo de militares sanguinarios. Para abrir boca, geniales sus vivas, y dicen que Zapatero es el primero que va a la trinchera con un canarión. No me toques la punta de la escopeta. Jajajaja. Para ser geniales cuando izan la bandera gay. Los soldados canariones no son todos bujarrones… y dicen por el forro de los cojones. Vocalizan, tienen magia, fuerza. No quiero ver más soldados mutilados. Juro que los politicos me van matando. Baja la calidad del tema, que despertó mucho humor. Tal vez el mejor. Uff, pero el final, muy duro. Una bala que me partió el corazón… ¿Estamos en guerra? Reprochan las mentiras del gobierno, que oculta que mueren en un atentado, y dicen que es un accidente. La canción, que se entiende, se hace cuesta arriba. La primera parte, una joya; la segunda, buen tema para cantar en Capitanía en la jura de bandera. Despedida, y ellos hoy para otra final. Junto a Bambones, que ya parecía que era el oasis de calidad anoche en el estadio en lo que llamaron final, Trapaseros hizo méritos para estar entre los tres premios de Interpretación.

La Traviata.-
La murga se presentan ante el público con el disfraz y un pasacalle que engancha. Y presentación cachonda de John Lennon y Yoko con la que recriminan a la organización que se cargan la final por celebrarla en el estadio. No es que incorporaran actualidad, es que parecía que la habían hecho en la pasarela minutos antes de subir, porque era el sentimiento general del público. Y “Oe, oe, Santa Cruz se viste de disfraz”. La Traviata se divierte; nada que ver con la fase.
Arrancan el primer tema con un zapping por los canales de televisión y cuestionan su calidad: Belén Esteban, en una esquina, gritando “vete a la mierda”. Vocalizaron, y transmitieron sentimiento y garra. Con letras de José Antonio González, cierran su tiempo de concurso con “Dos Recortes”, primo hermano de Leman Brothers y don Recorte cierra quirófanos; recorto mejor que el Messi, y la bolsa de analfabetos aumentará. Y bromean con los recortes de Oñate y Bermúdez, enanos en La Palma. Para terminar con su propuesta con los recortes, que afectaría a la televisión canaria, para apostar por salir a la calle a soñar lo imposible. Y terminan con su despedida genial del Carnaval. Y como dijo Josechu Álvarez, tuvieron el privilegio de abrir y cerrar el concurso.