La cantante y actriz norteamericana Whitney Houston falleció ayer a los 48 años en Los Ángeles tras una vida en la que las drogas y un tumultuoso matrimonio terminaron por hundir su carrera, la más exitosa de una artista femenina en la historia de la música.

Houston fue una de las voces más populares de las décadas de los 80 y 90 y se consagró como estrella internacional gracias al tema "I Will Always Love You", que interpretó para la película "El guardaespaldas" (1992), cinta que protagonizó junto con Kevin Costner.

Su muerte tuvo lugar en el hotel Beverly Hilton, en Beverly Hills, por causas que se investigan aunque parece descartado que haya sido víctima de algún acto delictivo, según una primera valoración de las autoridades.

La cantante había reservado una habitación en ese hotel porque tenía pensado acudir a la fiesta que había organizado allí el productor musical Clive Davis, un evento anual que reúne a muchas estrellas de la canción y que se celebra en la víspera de la gala de entrega de los premios Grammy, en la que también tenía previsto actuar.

Según informó ayer la página web TMZ, la cantante fue hallada por su peluquera con la cabeza sumergida bajo el agua en la bañera de su habitación y se especula con que pudiera haberse quedado dormida por los efectos de un calmante. Fuentes cercanas a la artista han confirmado que Houston era consumidora habitual de Xanax, un medicamento que tomaba para controlar la ansiedad antes de acudir a fiestas como a la que tenía pensado asistir el pasado fin de semana, y había trasnochado y bebido mucho alcohol.

TMZ, medio especializado en la vida de los famosos que en 2009 anunció la muerte de Michael Jackson, supone que la combinación de Xanax y los efectos de una borrachera pudieron dejar inconsciente a Houston cuando estaba tomándose un baño.

La causa oficial de la muerte podría tardar en conocerse varias semanas.

Gloria y declive.- Conciertos multitudinarios, cancelaciones, una aparición estelar en el programa "Sorpresa, Sorpresa" e incluso una intoxicación por marisco resumen las experiencias españolas de la cantante Whitney Houston, fallecida esta madrugada a los 48 años.

La artista pisó por primera vez un escenario español el 29 de junio de 1988 y lo hizo por la puerta grande: en la Plaza de Toros de las Ventas, de Madrid.

A pesar de la lluvia torrencial que caía aquella noche, Houston llenó el coso hasta la bandera con 20.000 espectadores en un momento en que su carrera despegaba vertiginosamente gracias al éxito de "I Wanna Dance With Somebody", y repitió el éxito días después en la Plaza de Toros de Barcelona.

La intoxicación por ingesta de ostras tras un concierto que ofreció en Madrid en 1992 hizo que la cantante abandonase el país en su avión privado y ya no volvería a actuar en España, ya que el concierto que iba a ofrecer en Tenerife en abril de 2010, dentro de una gira mundial que marcaba su vuelta a los escenarios tras superar su adicción a los estupefacientes, también se suspendió.

Un vida tortuosa.- Whitney Houston, la artista femenina que más discos ha vendido en la historia de la música (más de 175 millones), tenía un pasado de abusos de marihuana y cocaína que ella misma confesó en 2009, una etapa oscura que parecía haber dejado atrás, si bien en 2011 volvió a ingresar en un centro de rehabilitación.

Aquella niña de Nueva Jersey que había comenzado cantando en el coro de la iglesia perdió su camino en varias ocasiones. Pero en el año 2009, Houston regresó a los escenarios para promocionar su disco "I Look to You". La buena noticia no duró mucho. La recaída no tardó en llegar y, en mayo de 2011, Whitney volvió a inscribirse en un programa de rehabilitación para tratar su doble adicción.

2012, sin embargo, parecía prometer su regreso definitivo. Houston, faro de cantantes como Mariah Carey, Celine Dion, Alicia Keys o Beyoncé, acababa de rodar "Sparkle", un filme musical que la traería de nuevo a la gran pantalla. No obstante, su inesperada muerte le impedirá ya volver a intentar recobrar su estrella.