El próximo 28 de este mes se inaugurarán las reformadas instalaciones del albergue de Santa Cruz, según anuncia a EL DÍA el concejal responsable del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), José Manuel Arocha (PSC). Más de un año y medio después de que comenzaran una obras de reforma integral, el consistorio está en condiciones de reabrir parte de unas instalaciones que, si bien han seguido ofreciendo un servicio clave en este tiempo de creciente crisis, ofertarán ahora mejores prestaciones y ampliarán el espacio para comensales de un centenar a 160, según los datos facilitados por el edil.

La importancia de la actuación se amplifica si se tiene en cuenta que se trata del único centro de este tipo en la Isla, lo que tiene especial relevancia en el área metropolitana, al derivarse a personas de otros municipios. En la actualidad, el albergue capitalino acoge a 105 personas. Arocha destaca, sobre todo, el espacio ganado para que coman más personas, así como las mejoras en los servicios y duchas, cocina y otras dependencias.

La reforma recientemente concluida fue posible gracias a 1,1 millones de euros asumidos por el Plan E. Los trabajos se adjudicaron a la empresa Sando y el arquitecto redactor del proyecto fue Germán Delgado.

La intervención tenía por objeto convertir las instalaciones en un centro de acogida integral que no sola cubra las necesidades básicas de las personas, como alojamiento y alimentación, sino su formación para una posible reintegración social y laboral mediante el centro de día proyectado.

Mejores accesos

Durante siete meses, la primera fase del proyecto se centró en la modernización del edificio, mejorando su accesibilidad, ampliando la zona del patio para evitar que las personas que acuden a este servicio hagan colas en la calle, así como ampliando la capacidad del comedor. Además, se construyeron nuevos baños, consignas y guardarropa.

Con la ejecución de la segunda y última fase del proyecto, también se amplió el espacio útil, construyéndose un nuevo módulo en unos 5.000 metros cuadrados y aumentando así la capacidad de acogida.

Según datos del IMAS, la mayoría de usuarios del albergue santacrucero que presentan alguna enfermedad sufren alcoholismo. Les siguen los afectados por drogodependencias, por enfermedades comunes, sida y movilidad reducida.

Como ha reiterado en varias ocasiones, Arocha considera que municipios como La Laguna y otros de la Isla con cierta relevancia poblacional deberían tener un albergue de este tipo para que no se derive a personas solo a Santa Cruz. El edil cree que estos centros han de dignificar la vida y no masificarse, "algo que no ocurre en el de Santa Cruz porque duermen mas de cien personas y unas 180 van a la comida y a la cena, con un total de 9.000 comidas al mes", mucho menos de lo que dice el PP, pero cifras que sigue considerando muy altas.

A su juicio, este servicio ha de ser solo temporal y, por eso, ya ha mantenido reuniones con el Cabildo para que algunos pensionistas que llevan más de 8 años en estas instalaciones sean trasladados a centros geriátricos, iniciativa que ya ha ido dando frutos.