El presidente del TS y del CGPJ, Carlos Dívar, criticó ayer las "interpretaciones sesgadas" de las resoluciones judiciales y dijo que constituyen una "deslegitimación" de las instituciones del Estado de derecho que es "de costosa y difícil reparación".

Así se pronunció Dívar al comienzo de su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso, en la que expuso la Memoria del CGPJ correspondiente a 2010 y que se produce solo cuatro días después de que el Supremo condenara a Garzón en una sentencia que ha sido muy criticada desde sectores jurídicos y políticos.

Tras defender el derecho a la crítica de las resoluciones judiciales, Dívar dijo que "no se pueden incluir en ese ámbito las descalificaciones interesadas que, a partir de una interpretación sesgada de un caso concreto, presentan al órgano judicial como defensor de unos derechos ajenos, de uno u otro color". "Esa deslegitimación constante de una institución clave en el Estado de derecho como es el Poder Judicial, lejos de fortalecerla, produce unos efectos sobre su credibilidad que son de costosa y difícil reparación", añadió.

Aunque no citó el caso de Garzón, las palabras de Dívar estaban claramente referidas a éste, ya que se cuidó de resaltar que la actuación de los órganos del Poder Judicial en su conjunto, "y en particular en su cúspide representada en el Supremo", se ajusta plenamente a los requerimientos del Estado constitucional.