El ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó hoy que la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) para residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca) "sigue adelante", pese a las protestas en contra del proyecto celebradas este fin de semana.

"El Gobierno ha tomado esta decisión que, más que política, es de sentido común", señaló Soria a su llegada a una reunión del Consejo de Ministros de Energía de la UE, que se celebra en Bruselas.

Entre mil y cinco mil personas (según las cifras de la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha y de los organizadores, respectivamente) se concentraron en Villar de Cañas este fin de semana para mostrar su rechazo al ATC.

Los ecologistas y partidos como Izquierda Unida y Equo acusan al Ejecutivo de Mariano Rajoy de haber tomado esta decisión por razones políticas, sin contar con la opinión ciudadana y con una rapidez inadecuada, solo nueve días después de la toma de posesión cuando la polémica cuestión había estado encallada durante siete años.

El ministro aseguró que todos los trámites para la puesta en marcha del proyecto "estaban ya realizados por el anterior gobierno", socialista, por lo que el Ejecutivo del Partido Popular solo ha elegido entre los ocho emplazamientos que cumplían los requisitos exigidos.

Soria explicó que para la elección del emplazamiento definitivo llegó a un acuerdo con la presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha, la también ''popular'' María Dolores Cospedal, "y esa es la razón por la que el emplazamiento va a Villar de Cañas".

"Sobre todo, es una cuestión que no podía esperar más", subrayó Soria, debido a que España paga 60.000 euros diarios a Francia para que se almacenen allí los residuos nucleares que no caben en los saturados silos nacionales.

El ministro español recordó que la construcción del almacén supondrá una inversión de aproximadamente 800 millones de euros y cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de la localidad conquense.

Además, Soria garantizó que "va a crear mucho empleo" y que impulsará a toda la zona, gracias al parque tecnológico y empresarial que acompañará al ATC.

El único ATC que existe en España es el de El Cabril (Córdoba), que tiene capacidad para tratar solo residuos de baja y media actividad, de manera que los de alta radiactividad son almacenados en las piscinas de las propias centrales nucleares o en sus almacenes temporales en seco, como es el caso de Zorita.

Estos contenedores están al límite de su capacidad, por lo que buena parte de los residuos se envían a Francia para ser almacenados, lo que supone el pago de 60.000 euros diarios a ese país por incumplir el plazo previsto de almacenamiento de los residuos, al no contar con una sede en España para devolverlos.