El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido hoy un dictámen positivo de la reforma financiera que ha aprobado el Gobierno y que servirá para fortalecer la resistencia de la banca española, con una intervención pública limitada.

El Gobierno español remitió al BCE el proyecto de ley de reforma financiera el pasado dos de febrero, un día antes de aprobarlo en el Consejo de Ministros, para conocer su dictámen.

El BCE recuerda al Gobierno la conveniencia de solicitar estos informes con un plazo mayor, porque ello le hubiera permitido aprobar la reforma una vez conocido su dictamen.

La reforma financiera, ideada para disipar la preocupación de los mercados sobre la exposición de la banca al sector inmobiliario, obliga a los bancos a sanear sus activos tóxicos en 50.000 millones de euros, y concede algunos incentivos a las entidades que se fusionen.

En líneas generales, el BCE "celebra estas medidas, ya que fortalecen la capacidad de resistencia del sector bancario español en la coyuntura actual y al mismo tiempo limitan el ámbito de intervención pública".

Solo hace al respecto dos observaciones, que cuando se reactive el mercado inmobiliario se apliquen criterios "de mercado" al valorar los activos, y que en caso de que las medidas se prorroguen mas allá de 2012, se den indicaciones de qué hacer con el exceso de capital y de provisiones cuando se vendan o se recuperen los activos.

EL BCE también "celebra" los incentivos que ha puesto el Gobierno para que las entidades se fusionen, y que suponen básicamente un mayor plazo para cumplir los requerimientos y la posibilidad de recibir préstamos públicos.

La autoridad monetaria advierte, no obstante, del peligro de que se fusionen dos "entidades débiles", porque ello "podría limitar los beneficios generales de la reforma".

Por último, el Banco Central Europeo "celebra" las normas adoptadas para agilizar los procedimiento para la aportación de garantías a favor del Eurosistema.