Grecia continuará sumida en la incertidumbre unos días más, después de que el Eurogrupo no diera hoy luz verde a la entrega del crédito de 130.000 millones de euros acordado el pasado octubre, una decisión que sí se espera sea tomada en la reunión ministerial del próximo lunes.

Los ministros de Finanzas de los países del euro mantuvieron hoy una teleconferencia de tres horas que terminó sin el acuerdo para entregar la ayuda, pero que sí sirvió para avanzar detalles de cara al decisivo encuentro del lunes en Bruselas.

"No hay ninguna razón para que el Eurogrupo no dé el lunes luz verde al nuevo préstamo", dijo el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, tras la teleconferencia.

"Grecia ha cumplido con sus obligaciones, los líderes de los partidos firmaron las cartas exigidas, el Parlamento votó con una mayoría abrumadora el acuerdo con la troika, hemos resuelto la cuestión pendiente de los 325 millones de euros...", enumeró Venizelos las últimas exigencias impuestas a Grecia.

En cualquier caso, el propio presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se mostró optimista de que el lunes pueda aprobarse la liberación de la ayuda y aseguró que en la conferencia de hoy se han dado "importantes progresos" en el cumplimiento, por parte de Grecia, de las condiciones exigidas a cambio del crédito.

Pese a ello, advirtió de que se requerirán más consultas acerca de la supervisión de la aplicación de las medidas de ajuste y reformas acordadas entre la UE y Grecia.

De hecho, comienzan a escucharse voces en Europa que reclaman retrasar el pago hasta después de las elecciones griegas, previstas para abril, lo que pondría en peligro la supervivencia financiera del país, que el próximo 20 de marzo hace frente al pago de 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda.

"Sí, se está discutiendo, aunque no es una propuesta formal", señalaron fuentes diplomáticas en Bruselas.

Esas fuentes indicaron que los países que defienden esta idea son los que gozan de la máxima calificación crediticia y los que necesitan la autorización de sus respectivos parlamentos, es decir Alemania, Holanda y Finlandia.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, subrayó en declaraciones a la emisora alemana SWR que el principal problema ahora son las dudas sobre si el Gobierno que salga de las elecciones de abril cumplirá los compromisos adquiridos por el Ejecutivo actual.

Estas declaraciones exasperaron hoy al presidente griego, Karolos Papulias.

"No puedo aceptar que el señor Schäuble insulte a mi país. ¿Quién se cree que es el señor Schäuble para ridiculizar a Grecia? ¿Quiénes son los holandeses o los finlandeses, para hacerlo?", recriminó el jefe del Estado.

También el ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, denunció esta mañana que "muchos en la Eurozona" quieren ver al país fuera de la moneda única y les acusó de estar "jugando con fuego".

El ministro describió como "malo" el clima actual que hay en Bruselas hacia Grecia.

"Desgraciadamente, hay muchos en la Eurozona que ya no nos quieren y necesitamos convencerles, por las generaciones venideras, por nuestros hijos, de que podemos tener éxito", añadió.

Los retrasos han arrastrado a la baja al mercado de valores griego, cuyo principal índice acumula pérdidas del 7 por ciento en los dos últimos días.

Paralelamente, el ánimo en la calle va empeorando y hoy una pareja amenazó con suicidarse desde el balcón de una oficina de la Agencia de Viviendas Sociales de la que van a ser despedidos, aunque, tras cinco horas de tensión, los psicólogos de la Policía lograron convencer a ambos de que no se quitasen la vida.