La ''fiebrefobia'' o el miedo de algunos padres a que aparezca el síntoma de la fiebre en sus hijos pequeños puede suponer riesgos para la salud del menor, relacionado con el uso de antipiréticos o antitérmicos, que no son "tan eficaces como se cree" y pueden suponer "un gasto energético injustificado en los niños".

Así opina el doctor Ramón Ugarte, pediatra del Centro de Salud Olaguibel, de Vitoria, quien ha asistido al IX Curso de Actualización en Pediatría organizado en Madrid por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), en el que han participado unos 700 pediatras de Atención Primaria de toda España.

Para los pediatras de AP es clave que los padres reciban educación sobre qué es la fiebre y cómo hay que tratarla. En este sentido, el doctor Ugarte aconseja "hablar a las familias de la necesidad eventual de analgésicos y no de antipiréticos". Además, tienen que saber que "debe tratarse el dolor o las molestias que causan la fiebre y no la fiebre en sí misma".

A juicio del doctor Francisco Hijano, coordinador del curso, para combatir este miedo a la fiebre es importante también "que los padres sepan que la fiebre es una respuesta del organismo para hacer frente a las infecciones". Asimismo, deben conocer que las convulsiones sólo se presentan en 4 de cada 100 casos.

LA TOS, OTRO MOTIVO FRECUENTE DE CONSULTA

La tos aguda es también causa frecuente de consulta en pediatría de AP y ha sido otro de los temas a debatir en este curso. Dice el doctor Ugarte que "muchas veces se trata de un síntoma molesto que dificulta el descanso tanto de niños como de mayores y se intenta buscar una solución administrando algún fármaco que alivie estas molestias".

La variedad de fármacos disponibles y su fácil dispensación --muchos no requieren receta-- hace que sean vistos como fármacos seguros y de uso habitual. El problema, dice, "es que no se conoce la eficacia de estos fármacos, pero sí algunos de sus efectos adversos, como las arritmias o los trastornos cardiovasculares".

Como ocurre con la fiebre, la educación sanitaria de las familias es fundamental para el tratamiento de la tos. Por ello la AEPap aconseja que el niño con tos por procesos catarrales esté perfectamente hidratado, que se favorezca la humidificación del ambiente y que se eviten los espacios con humo.

ENURESIS, UN TRASTORNO INFRADIAGNOSTICADO

Por otra parte, este curso también ha servido a los pediatras de AP para debatir sobre la enuresis, es decir, los casos de niños que siguen mojando la cama a partir de los cinco años.

Se trata de un trastorno muy frecuente, aunque infradiagnosticado. Se estima que la enuresis afecta a cerca de 1 de cada 5 niños de 5 a 6 años de edad, lo que supone que, en una clase de 20 niños de esa edad, entre 3 y 5 padecen este trastorno, más común en varones.

Sin tratamiento, entre el 1 y el 3 por ciento de adolescentes y adultos continúan padeciendo este problema. Aunque en ocasiones desaparece con la edad de forma espontánea, se dan casos en los que ocurre demasiado tarde o no remite sin tratamiento.

Los especialistas aconsejan la desmitificación del problema, evitar los castigos, restringir la ingesta de líquidos antes de ir a dormir e ir al baño antes de acostarse.

Dentro del diagnóstico, es fundamental saber de qué tipo de enuresis presenta el paciente; valorar su gravedad e impacto --número de noches que moja la cama a la semana--; conocer la actitud del paciente y los padres y si ha habido antecedentes en la familia. Además, para conocer la capacidad vesical y otros parámetros, aconsejan que se cumplimente un ''diario miccional'', haciendo partícipe al menor.