La Fira de Barcelona ha advertido hoy de las graves repercusiones, no sólo económicas, sino para la imagen de la ciudad y del Congreso Internacional de Móviles, que puede tener la huelga de transportes públicos anunciada a partir del día 27 de este mes.

Fuentes de la Fira apelan a las partes a consensuar un acuerdo y anuncian que ya se han producido reuniones con la Generalitat y el Ayuntamiento para poner en marcha un plan de viabilidad que garantice la movilidad y la seguridad tanto de los asistentes como de los expositores.

Las consecuencias de la huelga pueden ser "graves", según han dicho, pues sólo el año pasado se registraron 2.900 periodistas internacionales para cubrir el evento.

Además, se prevé que este año se bata un nuevo récord y visiten la muestra más de 60.000 personas, el 95 por ciento procedentes de otros países, algo que evidencia "la clara proyección internacional del Congreso".

El 30 por ciento de los asistentes son directivos de empresas extranjeras de alta tecnología que pagan un mínimo de 600 euros -el precio de la entrada más barata- por participar en el evento. "Lo que demuestra que no sólo importa el número de visitantes, sino el tipo de personas que acuden a este Congreso", sostiene la Fira.

Además, el pasado año se alquilaron durante la semana del evento 1.021 limusinas y el aeropuerto de Barcelona organizó un plan especial para aparcar los jets privados que llegaban a la ciudad, por lo que el impacto económico se calcula que este año será superior a los 275 millones de euros.

En el terreno laboral, la Fira considera que el Congreso generará 6.500 puestos de trabajo, la mayoría de ellos de carácter temporal, pero "dada la actual situación económica, no es nada despreciable", y explica que desde el año 2006 hasta la ultima edición se han creado alrededor de 33.000 puestos de trabajo entre restauración, comercio, hoteles y montaje de instalaciones de las 1.400 empresas expositoras.