La empresa concesionaria del servicio de aguas en Santa Cruz (Emmasa) señaló ayer a EL DÍA, por medio de su gabinete de comunicación, que la puesta en venta o alquiler del edificio que ha servido de sede a su fundación desde diciembre de 2010 no significa que esta entidad desaparezca o que reduzca, minimice o elimine parte de su programación para este año o el próximo.

La compañía aclara así el futuro de la entidad, aunque con cierto retraso tras la publicación en este periódico, el pasado día 7 de este mes, de que Emmasa había puesto un cartel de "se vende" con el teléfono de una inmobiliaria en el edificio situado en el número 10 de la calle Diego Crosa, inaugurado hace solo 14 meses.

La empresa confirma también que la decisión de poner en venta o alquilar dicho inmueble se debe a la situación económica actual que atraviesa la compañía, perteneciente al grupo nacional Sacyr Vallehermoso.

Además, matiza que, si bien el proyecto global de la fundación supuso una inversión cercana a los cinco millones, la reforma de esta casa, que pertenecía de antemano a la compañía, no alcanzó los 900.000 euros. Antes de su uso para este fin, Emmasa tuvo que litigar porque el inmueble estaba siendo utilizado por unos "okupas".

Lo que no desvela la empresa es el precio por el que vende o alquila dichas instalaciones. Toda la actividad de la fundación ha pasado ahora a las oficinas centrales de la empresa, situadas en la calle Comodoro Rolín, donde cuenta con un amplio salón de actos y una sala de juntas.

Esta decisión ha cogido por sorpresa al concejal santacrucero que preside el Consejo de Administración de Emmasa, el socialista Julio Pérez, que reconoció a EL DÍA que desconocía que se había puesto en venta el inmueble y que tiene previsto recabar toda la información necesaria sobre esta cuestión.

La fundación de Emmasa pretende implicarse en el desarrollo de la ciudad mediante el patrocinio y el apoyo económico a diversos proyectos públicos o privados. Se trata de una entidad con personalidad jurídica propia, de naturaleza social y no lucrativa que, en el sitio web de la compañía, presenta como objetivos "el diseño y ejecución de sus propios proyectos y programas sociales, culturales, educativos y deportivos".

Además, alude a la difusión del desarrollo y gestión del ciclo integral del agua, sobre todo en la capital tinerfeña, "entre instituciones públicas, empresarios, comerciantes y ciudadanos en general".

Otra de sus metas pasa por concienciar de forma crítica sobre la "situación medioambiental en el mundo y en Canarias bajo un decidido compromiso con el medio ambiente y las políticas y estrategias de sostenibilidad".

Asimismo, aboga por "apoyar la investigación universitaria, tanto científica como tecnológica, que se desarrolle en Canarias en dos campos: la ecología y la protección del medio ambiente y la ingeniería, con especial atención a la ingeniería hidráulica". Para ello, apuesta por convenios de colaboración con las universidades canarias y financia becas de postgrado.

La empresa subraya que estos objetivos y los programas elaborados para 2012 y 2013 se mantienen. Entre sus intenciones originales, también destaca la de crear un sello editorial que "difunda estudios y monografías sobre el ciclo integral del agua, ecología, medio ambiente, hidrología e ingeniería bajo la dirección de especialistas de reconocido prestigio en los ámbitos científicos y académicos del Archipiélago".

Para estas metas, la entidad creó un comité científico que le asesorase integrado por prestigiosos investigadores y profesores universitarios. La fundación la dirige un patronato integrado por los dos socios accionistas de la empresa.