CADA MES que pasa vemos cómo el desempleo sigue aumentando en nuestra provincia. Cierran comercios, cierran industrias, cierran oficinas. En todos los municipios la mayoría de los comercios y empresas tienen uno de los siguientes rótulos: "se alquila", "se traspasa", "se vende", o "cerrado". Nuestros gobernantes tienen que enfrentarse a esta difícil crisis que padecemos con altura de miras y valentía política, y ser conscientes de la gravedad de la situación, dejando de lado propuestas de cara a la galería con la pretensión, suponemos, de dar la sensación de que se hace algo.

Los políticos tienen que abordar los grandes retos y los grandes problemas que tiene nuestra tierra, muchos de ellos derivados de la falta de aprobación de los Planes Generales de Ordenación, PGO, que acumulan años y años de retrasos, un tiempo perdido para unos municipios que, poco a poco, están cayendo en la decadencia.

El PGO de Santa Cruz de Tenerife es fundamental, sobre todo para crear empleo. Los proyectos paralizados y las inversiones previstas crearían unos siete mil empleos directos. El PGO también es importante para saber cuándo, cómo y dónde se pueden realizar actividades de carácter económico y social en el municipio. Un plan general no solo permite la construcción de nuevas viviendas, como dicen equivocadamente e interesadamente algunas personas. También facilita la apertura de nuevos comercios, oficinas e industrias; establece nuevas dotaciones sanitarias, educativas y culturales; consolida nuevos viarios y zonas urbanas; puede rehabilitar barrios y espacios degradados. Todo ello con claridad, transparencia y sin estar sujetos a interpretaciones y discrecionalidades funcionariales o políticas.

La sociedad canaria demanda miles de puestos de trabajo. Ese es el verdadero problema que tenemos los canarios, y los únicos que pueden dar respuesta a esa demanda somos los empresarios. ¡Claro, cuando nos dejan trabajar! Los nuevos empleos no van a caer del cielo ni de los menguantes presupuestos públicos, ni de los "iluminados" del no a todo y que se autoproclaman y se creen los únicos defensores de la isla. Porque parece que solo existen en Tenerife. ¡Será que son una especie endémica!

Los puestos de trabajo los crean las empresas, los autónomos y los emprendedores. Y por eso los políticos deben facilitar la inversión y la creación de nuevas actividades, quitando piedras en el camino. Donde se crean condiciones adecuadas, como se puede ver en el centro de La Laguna, surgen nuevos negocios y actividades, se rehabilita, se invierte, y crecen el optimismo, el empleo y la riqueza en una espiral ascendente. Pero si todo son problemas, retrasos, multas, caprichos funcionariales, impuestos y burocracia sin fin, llegan el cierre y la deslocalización de empresas, se paralizan proyectos, crecen el desánimo y el pesimismo y los inversores se marchan. Y así, poco a poco, año tras año, las distintas zonas de las ciudades y municipios languidecen y mueren. La no aprobación de los Planes Generales de Ordenación Urbana hace que nuestro territorio esté enfermo, o mejor dicho, en urgencias, con diagnóstico de encefalograma plano.

Desde Fepeco hemos reclamado por activa y por pasiva la aprobación definitiva del PGO de Santa Cruz y del resto de municipios, porque estamos convencidos de que se trata de una herramienta fundamental para cambiar la situación actual y afrontar una nueva etapa de crecimiento, progreso y modernidad para nuestra ciudad. Y sobre todo, para crear empleo. Sabemos que hay problemas legales, y que hay que cumplir con las leyes, pero se trata de normas humanas, no de una maldición divina. Hay que buscar, aprobar y aplicar con rapidez los cambios legales necesarios para superar los problemas y reparos planteados, como el que se puedan quedar fuera de ordenación miles y miles de viviendas. Recientemente, el primer teniente de alcalde de Santa Cruz declaraba que esta situación tendría que llevarse al Parlamento de Canarias, o incluso al Congreso, en Madrid. Un ejemplo más de las consecuencias disparatadas derivadas de una maraña de leyes, muchas veces carentes de lógica, previsión y sentido común.

Hemos leído con gran satisfacción, porque así lo venimos denunciando desde Fepeco hace más de quince años, que un ministro se quejaba de la excesiva legislación y burocracia para obtener cualquier licencia administrativa. Normas que poco a poco nos han ido enredando y paralizando, y que ahora nos ahogan en medio de la gran tormenta de la crisis económica, arrastrándonos al fondo del paro y la pobreza. La propia consejera de Empleo del Gobierno de Canarias ha señalado lo inoperante e ineficaz que es la inflación legislativa que padecemos. Toda una maraña que paraliza cualquier inversión y solo sirve para que los que con la excusa del no a cualquier inversión y proyecto en Tenerife judicialicen la actividad económica y paren el progreso de nuestra isla y la creación de empleo.

¿Serán capaces de sacar adelante el PGO los regidores del Ayuntamiento capitalino antes del 23 de junio de 2012, que es la fecha que le ha indicado el Gobierno de Canarias para subsanar el documento y presentarlo con todas las garantías legales? ¿O por el contrario seguirán enredados en buscar culpables y no en encontrar soluciones? Un Plan General no debe ser un campo de batalla, sino un punto de encuentro y de consenso, donde quien salga ganando siempre sea la ciudad.