El Coromoto dejó, desde ayer, de tener una asociación de vecinos que represente al barrio o, al menos, alguien que la lidere. El presidente de la asociación de vecinos Airam, José Luis Díaz, presentó ayer su dimisión de forma irrevocable "ante la falta de sensibilidad" por parte del concejal de Participación Ciudadana y Turismo, Yeray Rodríguez (PSC), a la hora de permitirles reabrir la cantina ubicada en el interior de la sede social de la asociación, y que representa su principal fuente de financiación.

De hecho, el presidente hizo entrega ayer del manojo de llaves que abren las puertas del local en la Concejalía de Participación Ciudadana con la finalidad de que los responsables municipales se hagan cargo de la situación, ya que en el centro diariamente se realizan actividades a las que acuden gran número de vecinos y que requieren de personal que se encargue de la apertura y cierre de las instalaciones, así como de la vigilancia y limpieza del mismo.

En este sentido, cabe especificar que en dicho local se impartían clases de taichí, baile canario, folclore o inglés, además de ser utilizado para el campeonato provincial de dominó o para charlas y encuentro de la Unión Deportiva Coromoto o el Club de Fútbol Padre Anchieta. En total, un centenar de personas hacían uso de sus instalaciones.

Desde la asociación esgrimen que la negativa a reabrir la cantina (cerrada desde hace dos años porque su encargado desde 1992 decidió abandonar la actividad) resulta un "agravio comparativo" con respecto a otros locales sociales del municipio, pues no existe ordenanza o legislación que regule esta actividad, ni existe ningún tipo de competencia desleal hacia otros negocios de restauración de la zona, puesto que el más cercano está a más de medio kilómetro.

Por su parte, el concejal de Participación Ciudadana, Yeray Rodríguez, ha pedido a la junta directiva que recapaciten ya que, en todo caso, la licencia de reapertura de la cantina debe ser tramitada a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo. El edil expresó que desde el área que gestiona sí se quiere regularizar la situación de los bares ubicados en las asociaciones de vecinos y que, para ello, se han mantenido diversas reuniones entre responsables políticos, técnicos y vecinos.

Sin embargo, esto no quiere decir que se cierren todas las cantinas, sino que se estudiará cada caso para dilucidar si se están fomentando prácticas que incidan en algún tipo de competencia desleal. El edil recordó que esta actividad, con venta de bebidas alcohólicas incluida, se da en establecimientos de titularidad municipal.