El campo de Buenavista Golf, inaugurado en octubre de 2003 como un revulsivo para la economía de la Isla Baja, acumula ya más de 5,4 millones de euros en pérdidas. La empresa pública que gestiona esta instalación deportiva, propiedad en un 55% del Cabildo de Tenerife, no ha generado ni un euro de beneficio en casi ocho años y ha conseguido dilapidar ya 900 millones de las antiguas pesetas pese a sus elevados precios de uso.

El informe definitivo de la Audiencia de Cuentas de fiscalización de la cuenta general del ejercicio de 2009 del Cabildo de Tenerife señalaba que las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores de la empresa Buenavista Golf eran de 3.480.991 euros. Casi 3,5 millones de pérdidas acumuladas entre 2003 y 2008.

Los resultados de Buenavista Golf no han mejorado con el tiempo. En 2009, la entidad perdió 1.101.950 euros, y en 2010 las pérdidas se cifran en 881.735 euros. Un acumulado de 5.464.676 euros a los que, sin cambios destacables en la gestión del complejo, probablemente habrá que sumar nuevos números negativos en los ejercicios de 2011 y de 2012.

Un grupo de usuarios habituales de los campos de golf de la Isla ha hecho llegar a EL DÍA su malestar debido a que "el campo de Buenavista, a pesar de ser público, mantiene una política de explotación comercial igual que un campo privado, pero encima con unos resultados totalmente nefastos y unas pérdidas millonarias".

"Su actividad deportiva raya en cero, no existe prácticamente ninguna actividad social y su repercusión en la economía de la Isla Baja es totalmente nula, a pesar de que este era uno de los principales objetivos de su creación", lamentan.

Estos usuarios critican los elevados precios que deben pagar los no abonados residentes por utilizar el campo y su "ínfima ocupación, a pesar de la apertura del hotel anexo en 2010".

Además se preguntan "¿por qué la dirección del campo de golf de Buenavista es la misma desde que se inauguró si sus resultados son tan malos? ¿por qué mantiene una política de precios similar a la de los campos privados pero con unos resultados tan nefastos y no se cambia esta línea de actuación? ¿y las administraciones públicas dueñas del campo sufragan las pérdidas acumuladas sin demandar ninguna responsabilidad a los que dirigen la instalación?".

"Si no incentivan que acuda la gente al campo, ¿cómo van a ayudar a revitalizar la Isla Baja? Además, es compatible y necesario que haya un número importante de abonados residentes y, cuantos más turistas, mejor", subrayan.

A juicio de este colectivo, "resulta inconcebible que a los jugadores de golf de Tenerife les salga más barato jugar en los campos privados que en el único público existente, que encima no hace más que acumular pérdidas".

La empresa pública Buenavista Golf pertenece mayoritariamente al Cabildo insular (55%), aunque también tiene participación de la empresa Gestur del Gobierno de Canarias (43%), y un porcentaje muy pequeño pertenece al Ayuntamiento de Buenavista del Norte (2%).

el dato

Público, pero muy caro

Jugadores de la Isla de Tenerife reclaman que se aplique en Buenavista Golf una política de precios "similar a la existente en el resto de campos públicos de España", con el objetivo de incrementar el uso y la rentabilidad de la instalación. Según sus datos, el abono anual de Buenavista Golf cuesta 1.300 euros al año, a lo que hay que sumar siete euros en concepto de green fee para abonados. "En muchos campos de la península el abono anual cuesta mucho menos: 146 euros en Llanes (Asturias), 191 euros en Las Caldas (Asturias), 293 euros en La Junquera (Cantabria), 383 euros en Abra de Pas (Cantabria), 680 euros en Navaluenga (Ávila), 683 euros en Meaztegi (Vizcaya) o 770 euros en Izki (Álava), y con precios de green fee que oscilan entre 3 y 5,50 euros", según asegura este colectivo de jugadores.