Los sindicatos CCOO y UGT sacaron ayer a las calles de toda España a decenas de miles de personas en las 57 manifestaciones que convocaron contra la reforma laboral del PP, que para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es "justa, buena y necesaria".

Bajo el lema "No a la reforma laboral por ser injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", las manifestaciones transcurrieron sin incidentes, salvo algún pequeño enfrentamiento que se produjo con los representantes del 15M.

También, cuando en Madrid alguien arrojó pintura contra los organizadores sindicales, que manchó levemente al secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Madrid fue la capital con más afluencia de manifestantes (más de medio millón, según los convocantes, 50.000 según fuentes policiales), seguida de Barcelona (400.000 según los sindicatos y 30.000 según el Departamento de Interior de la Generalitat).

En la manifestación de Madrid, los sindicatos se plantearon adelantar la lectura del manifiesto ante la aglomeración en la calle de Alcalá, que impedía acceder a la Puerta del Sol, aunque finalmente la cabecera logró llegar a su destino.

Durante la marcha se oyeron gritos de "huelga general" y se exhibieron pancartas en las que se podían leer proclamas como "Tu botín es mi crisis", "Si no hay pan para el obrero no habrá paz para el empresario" o la que enarbolaban los representantes de la "marea verde", defensores de la enseñanza pública: "La educación no es gasto, es inversión".

Al término de la marcha, las representantes de las juventudes de CCOO y UGT, Cristina Bermejo y Silvia Sazatornil, respectivamente, leyeron el manifiesto en el que se insistió en que la reforma no creará empleo y que su objetivo es colocar el mercado de trabajo al servicio de los empresarios.

CCOO y UGT hicieron un llamamiento a los ciudadanos para tener una amplia "respuesta" a la reforma y advirtieron de que desde ayer se inicia un proceso "intenso y sostenido" de movilizaciones y de información.

Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, subrayaron que con esta movilización no pretenden buscar la confrontación, sino corregir la reforma laboral y ofrecer un cauce a los ciudadanos para que se manifiesten contra la política de recortes.

La portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, explicó que los socialistas van a estar en la calle, en el Congreso y en todos los ámbitos para "parar" la reforma del PP, porque son los derechos de los trabajadores y los parados los que "están en juego".

El coordinador general de IU, Cayo Lara, coincidió en que hay que parar "la locura del PP" porque puede traer 6 millones de parados si no se corrige.

En Madrid participaron el exministro de Trabajo Valeriano Gómez, mientras que la extitular de Defensa Carme Chacón y el de Justicia Francisco Caamaño eligieron Barcelona y A Coruña.