El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, defendió ayer ante distintos representantes de la Unión Europea (UE) la creación de una línea específica de fondos para la lucha contra el desempleo en función de las particularidades de Canarias como región ultraperiférica y de sus circunstancias económicas.

"Las políticas de la UE tienen que se consecuentes con la realidad actual de Canarias y dirigirse a la generación de empleo", señaló el presidente tras reunirse con el vicepresidente y comisario de Competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia.

La herramienta jurídica sobre la que debe girar esa política incentivadora del empleo es, a juicio del jefe del Ejecutivo, el Régimen Económico y Fiscal (REF), un documento que ha de reformarse desde el consenso entre Canarias, España y la UE "siempre al servicio del empleo".

Rivero, que cumplimentó una serie de reuniones enmarcadas en las negociaciones sobre el nuevo estatus comunitario de las Islas para el período 2014-2020, señaló a este respecto que "Canarias se juega su propio encaje en Europa y buena parte de su desarrollo económico y social".

Junto al empleo, la agenda incluyó temas como el mantenimiento de las compensaciones para impulsar el crecimiento económico y la competitividad, el desarrollo pleno de la inserción regional con los países del entorno y la aprobación de fondos estructurales y ayudas de Estado, ejes de la estrategia canaria de cara a ese nuevo período.

Convenio de pesca

En este sentido, Rivero pidió a la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, que corrija la "pequeña disminución" que Bruselas propuso en los apoyos para Canarias en el futuro fondo de pesca europeo; con el objetivo incluso de que se mejore la ficha financiera para el archipiélago.

También tuvo oportunidad de comentar con la comisaria la situación de dos acuerdos relevantes para los pescadores canarios, cuyas negociaciones están estancadas, uno con Mauritania y otro con Marruecos; al tiempo que solicitó que las conversaciones para renovarlos no se traduzcan en resultados que perjudiquen los intereses del Archipiélago.

Bruselas tiene que negociar un nuevo régimen pesquero con Marruecos después de que la Eurocámara tumbara en diciembre el que permitía a los barcos europeos, en su mayoría canarios y andaluces, pescar en las aguas gestionadas por Rabat.

El voto de los eurodiputados tensó los contactos con el reino alauí, pero la reciente ratificación por parte de la misma Cámara del acuerdo agrícola con Marruecos relajó la situación, según Rivero.

La comisaria Damanaki obtuvo la semana pasada el permiso formal de los Veintisiete para negociar con Marruecos las nuevas condiciones de pesca y, si bien no ofreció un calendario preciso, es "optimista" y ve "muy buena disposición" en la otra parte para avanzar en el acuerdo, en palabras de Rivero tras la reunión.

Respecto al acuerdo con Mauritania, cuyos contactos están paralizados temporalmente por la falta de acuerdo entre las partes, Rivero explicó a Damanaki que si la Unión Europea pacta restricciones para limitar los puntos de descarga de capturas a los puertos del país africano, esto tendrá un impacto negativo en la economía canaria y se traducirá en un encarecimiento de las actividades pesqueras.

Rivero afirmó que Damanaki se mostró "muy receptiva" con las preocupaciones de Canarias y se comprometió a elaborar un informe de evaluación que examine las consecuencias que tendría para la industria pesquera en Canarias un nuevo acuerdo con Mauritania.