El número de conducciones o traslados de presos entre las cárceles peninsulares y las canarias se ha ralentizado en el tiempo, "más o menos una vez al mes se realizan vía aérea y en grupos de diez internos como máximo", según manifestó el director del Centro Penitenciario Tenerife II.

Recientemente los sindicatos, en una reunión con el nuevo subdelegado del Gobierno en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz, lo demandaron, entre otras cuestiones, que se reiniciaran las conducciones vía marítima, como las que se hacían hasta hace algunos años y que tuvieron que ser suspendidas porque se detectaron algunos problemas relacionados con la seguridad en los camarotes que acogían a los internos durante la travesía.

Según recordaron los representantes de los trabajadores y el propio responsable del centro penitenciario, los barcos que actualmente realizan los trayectos entre las islas y el continente, no disponen de camarotes acondicionados con las medidas de seguridad necesarias que requieren este tipo de pasaje.

El director de la prisión Tenerife II entiende que está claro que "igual es insuficiente para el movimiento que sería necesario. Igual a veces tenemos más tiempo del deseable internos clasificados en primer grado con destino en otros recintos, pero es una solución que no depende de nosotros sino del centro directivo que es quien fija las prioridades para este tipo de traslados".

Con respecto a los internos en primer grado que sigue albergando la cárcel tinerfeña sin estar acondicionada para ello, tal y como relataron los representantes sindicales, Gutiérrez explicó que lo que ocurre es que "efectivamente no está habilitada, pero por cuestiones judiciales -algunos están pendientes de un juicio o tienen como destino otro centro que carece de plazas-, se quedan más tiempo del previsto".