Barcelona, Vitoria y Santander, tres de las Ciudades Inteligentes (SmartCities) españolas, han apostado hoy por compartir los avances tecnológicos que están mejorando ya la calidad de vida de sus habitantes y por transcender el ámbito local para multiplicar oportunidades de negocio en un mercado global.

Santander ha sido la anfitriona de un encuentro en el que el alcalde de la ciudad y presidente de la nueva Red de Ciudades Inteligentes, Íñigo de la Serna, y los alcaldes de Barcelona, Xavier Trías, y Vitoria, Javier Maroto, han expuesto sus experiencias y han abogado por sumar esfuerzos para ganar en eficacia.

Los tres han explicado en este foro, organizado por "El Diario Montañés" cómo la tecnología les está ayudando a ser más eficientes, más sostenibles y a ofrecer más y mejores servicios.

Además han dejado claro que el urbanismo inteligente es exportable y una fuente capaz de generar riqueza en tiempos de crisis.

Dieciséis ciudades forman por el momento la Red de Ciudades Inteligentes, que mañana se reúne en La Coruña bajo la presidencia de Íñigo de la Serna, quien ha subrayado que no son los ayuntamientos los que innovan sino los empresas, por lo que avanzar en la colaboración público-privada es esencial cuando la línea que las separa es, además, cada vez más delgada.

Los beneficios de avanzar en el camino que comparten Santander, Vitoria, Barcelona son evidentes, en su opinión. Además de crear riqueza, permite optimizar recursos y ahorrar, con iniciativas tan sencillas como colocar sensores en los parques para regar solo cuando la tierra lo necesite.

A la mejora de los servicios que ya se prestan se une la oportunidad de ofrecer otros nuevos dentro de un mundo "con posibilidades enormes", como la que pronto tendrán los conductores de Santander, que sabrán dónde aparcar gracias a los sensores.

Otra de las ventajas es internacionalizar la marca de ciudad, no por márketing sino para atraer empresas de todo el mundo.

La Comisión Europea (CE) está dispuesta a financiar este tipo de proyectos y, para De la Serna, es necesario trabajar un red porque no tiene sentido invertir en lo mismo cuando se pueden compartir esfuerzos, además de ofrecer buenas condiciones a las empresas para instalarse y un marco normativo que se adapte a ese nuevo mundo.

Cree también que hay que trabajar con rapidez para aprovechar las oportunidades en un momento de crisis en el que "solo la imaginación es más importante que el conocimiento" y trasladar a las empresas y al resto de las administraciones que estas iniciativas transcienden el mercado local para entrar en el global, multiplicando así las oportunidades de negocio.

Para Xavier Trías, la finalidad de estos proyectos no es la tecnología sino mejorar la vida de las personas. En su opinión, la crisis plantea la necesidad de buscar nuevos modelos de futuro y hay que apostar por un modelo metropolitano capaz de competir a escala global.

El alcalde de Barcelona ha subrayado que su ciudad ha hecho una apuesta estratégica "muy importante" para convertirse en una "SmartCity" de referencia mundial, lo que implica también cambios internos y de gestión.

La ciudad condal ha puesto en marcha proyectos que parten de la convicción de que el futuro pasa por diseñar barrios autosuficientes energéticamente, por una iluminación más eficiente, por favorecer la circulación de vehículos no contaminantes o por eliminar barreras a los invidentes, ha explicado.

Según Trías, Barcelona se ha propuesto liderar la nueva era del urbanismo inteligente, aprovechando su "potente" marca de ciudad pero quiere un liderazgo "integrador" para compartir esos avances con otras ciudades del mundo.

El alcalde de Vitoria, la única ciudad del sur europa que ostenta el título de Ciudad Verde y también la única de tamaño medio, sabe de esas posibilidades porque una gran urbe como Sao Paolo (Brasil) se ha interesado por su sistema de recogida de basuras, que, gracias a la tecnología, permita que solo la cuarta parte de los residuos acabe en el vertedero.

Maroto ha opinado que la mejor manera de ser inteligente es ser verde porque hace más cómoda la vida de los ciudadanos y permite gestionar más con menos recursos y ha subrayado la necesidad de que experiencias como las de estas tres ciudades sigan creciendo, algo que se verá favorecido, a su juicio, con la red, de la que es vicepresidente.

"Estamos para aprovecharnos unos de los otros, compartir experiencias y hacer de cada una, una ciudad más inteligente", ha apostillado.