Cuatro civiles afganos fueron decapitados por milicianos talibanes tras ser acusados, supuestamente, de ser espías de Kabul, informó una fuente oficial que desmintió cualquier vinculación de los fallecidos con el Gobierno.

"Según vecinos de la zona, los mataron porque llevaban teléfonos por satélite, algo normal porque allí no operan los celulares normales", afirmó Daud Ahmadi, portavoz del gobernador de la sureña provincia de Helmand, donde anoche ocurrieron las ejecuciones.

"Los residentes del distrito de Washer nos han informado de que eran civiles sin relación alguna con las autoridades afganas ni con las tropas extranjeras", añadió el portavoz.

Los insurgentes no han reivindicado estas ejecuciones.

Daud precisó que las fuerzas de seguridad han iniciado una investigación en la zona para confirmar la identidad de los fallecidos, aunque rehusó dar más detalles al respecto.

Según la misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), el año pasado fallecieron 3.021 civiles a causa de la guerra en este país asiático, el número más alto desde que el organismo multilateral comenzó a registrar este tipo de datos hace cinco años.

De acuerdo con UNAMA, un 77 por ciento de las muertes fueron atribuibles a ataques de los talibanes, un 14 por ciento a operaciones de fuerzas gubernamentales o aliadas, y el nueve por ciento restante no fue imputable a ninguno de los dos bandos.