El Consejo Constitucional francés rechazó hoy la demanda de la candidata ultraderechista Marine Le Pen de mantener secretos los avales de los 500 cargos electos necesarios para poder presentarse a las presidenciales.

Le Pen había recurrido al Constitucional al considerar que la obligatoriedad de hacer públicos los nombres de los firmantes de cada candidatura era contrario a la Constitución francesa.

La candidata ultraderechista se considera perjudicada porque su partido carece casi de cargos electos y asegura tener problemas para completar los 500 avales, porque los grandes partidos piden a sus militantes que no le den apoyo.

Con el mantenimiento del secreto del origen de los avales, Le Pen, a quien los sondeos dan más de un 15 % de la intención de voto en las presidenciales de abril-mayo próximos, pensaba poder obtener más apoyos de cargos electos, sobre todo de alcaldes rurales que en las condiciones actuales temen quedarse sin subvenciones públicas si dan su apoyo a la candidata ultraderechista.

El Constitucional consideró que el carácter público de los avales "favorece la transparencia del proceso de presentación de candidaturas" y negó que "perjudique el pluralismo de las corrientes de opinión".

Además, considera que la norma en su estado actual "garantiza la mayor igualdad entre los candidatos inscritos".

A la demanda de Le Pen se sumaron la ecologista Corine Lepage y la democristiana Christine Boutin, que posteriormente retiró su candidatura a las presidenciales en favor del conservador Nicolas Sarkozy, quien pretende ganar en las urnas un segundo mandato.

En los últimos días, Le Pen se ha mostrado confiada en poder lograr los 500 avales.

Por el momento, antes de que acabe el plazo de recolección de promesas de aval, asegura contar con unos 400 apoyos.

En una reciente entrevista, el presidente saliente se ha mostrado favorable a cambiar las normas de presentación de las candidaturas para evitar que una corriente de opinión con gran apoyo popular pueda quedarse fuera de la carrera electoral.