El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy que el 12 de marzo visitará Viena con grupos campesinos para defender en una reunión de la ONU la costumbre en su país del masticado de la hoja de coca, que también es usada como base para fabricar la cocaína.

Morales se refirió al viaje en un programa en la radio Kawsachun Coca ("viva la coca" en quechua) desde la zona productora de coca del Chapare, su bastión sindical y político.

El 12 de marzo se reunirá en Viena la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para evaluar las estrategias en la lucha mundial contra las drogas.

El mandatario dijo que está "en una batalla para legalizar" el masticado de la hoja de coca ante la prohibición que establece la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 de la ONU.

El Gobierno de Morales retiró este año a Bolivia de la Convención y está a la espera de que la ONU responda, en un período que puede durar doce meses, a su petición de nueva adhesión con una reserva sobre el veto a la masticación de hojas de coca.

Si un tercio de los 184 países miembros de la Convención rechaza la reserva planteada por Bolivia, el país no será readmitido.

Morales pidió a los cocaleros que se organicen para acompañarle en Viena en la defensa del consumo legal de la planta, pero también reconoció que parte de los cultivos va hacia el narcotráfico, por lo que solicitó cooperación para disminuir esas plantaciones.

Los cultivos de coca han pasado de 25.400 a 31.000 hectáreas en Bolivia desde que Morales llegó a la Presidencia en 2006, según cifras de la oficina antinarcóticos de la ONU.

La legislación boliviana antidroga solo permite 12.000 hectáreas de coca en el país, norma que el Gobierno de Morales quiere cambiar para elevar esa cifra a 20.000 con el argumento de que se alentará la industrialización de la planta en sodas, tónicos, harinas e infusiones.

El representante de la Oficina en Bolivia de la ONU contra la Droga y el Delito, el peruano César Guedes, afirmó, en declaraciones que hoy publica el diario La Razón, que a los miembros de la Convención les preocupa la manipulación de este instrumento y la posibilidad de que otros países soliciten legalizar cannabis u sustancias químicas.

"Lo que les preocupa es que el instrumento se manipule para favorecer un interés particular y ponerlo encima del interés general", añadió Guedes.

También sostuvo que la posición de Bolivia es controvertida al estar fuera de la Convención, y sugirió que siga con los esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico para conseguir su objetivo de que los países aprueben la reserva y su reincorporación.

Bolivia es el tercer productor mundial de hoja de coca y también de cocaína, tras Colombia y Perú, y el mayor proveedor para los países del Cono Sur, según la ONU.