Eufemio García, de 57 años, a quien el pasado 23 de noviembre se implantó el primer corazón artificial de larga duración en Cataluña, ha muerto hoy, según ha informado el Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), centro en donde se practicó la intervención.

El paciente ha fallecido a las 24 horas de que su caso fuera presentado a la prensa, el mismo día en que su fotografía puede verse en la práctica totalidad de los periódicos catalanes y después de que hubiera recibido el alta hospitalaria y de que ayer celebrase que podía llevar una vida prácticamente normal.

La muerte de Eufemio García se ha producido hacia las 08.00 horas de hoy en su domicilio de Castellar del Vallès (Barcelona). El personal sanitario que se ha trasladado a su casa, adonde también ha acudido un helicóptero medicalizado, no ha podido hacer nada por su vida, ni siquiera ha tenido tiempo de trasladarlo con vida al hospital.

Fuentes del Hospital de Bellvitge han informado de que las causas del fallecimiento de Eufemio García no han sido aún determinadas y será la autopsia la que concretará las circunstancias en que se ha producido la muerte del paciente que, además de problemas cardíacos, tenía otras patologías, según ha recordado el centro sanitario.

Las fuentes consultadas han explicado que el equipo médico que trató al paciente participará en la autopsia y valorará junto con el forense las causas del fallecimiento.

A causa de otras enfermedades asociadas al fallo cardíaco crónico, Eufemio no podía recibir un corazón natural, por lo que los médicos de Bellvitge le implantaron una asistencia ventricular mecánica -corazón artificial- el pasado 23 de noviembre.

En un comunicado, el Hospital de Bellvitge ha expresado la "consternación" de los profesionales del centro por la muerte de Eufemio García, en lo que han definido como una "muerte repentina en su domicilio", y ha asegurado que "ahora nuestro pensamiento está con su familia".

"Eufemio García llevaba, desde hacía tres meses, el dispositivo mecánico sin problemas y ayer asistió a la rueda de prensa con total normalidad.

Después de 40 días ingresado, Eufemio García fue dado de alta y se convirtió en el primer paciente en Cataluña que podía hacer vida normal con un corazón artificial que, a diferente de otros dispositivos similares, se había implantado para un largo período de tiempo.

El equipo médico de Bellvitge había implantado el dispositivo para al menos tres años, período tras el cual tenían previsto volver a evaluar al paciente para ver si podía recibir un trasplante o, por contra, lo mantenían más tiempo con el corazón artificial.

El dispositivo, llamado Incor, no sustituye al corazón entero, sino que es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo, extrayendo sangre para llevarla a la aorta torácica con un flujo continuo.

Todo el sistema es intracorpóreo excepto un cable que sale por el abdomen y que está conectado a una unidad de control y a dos baterías con una autonomía de hasta 5 horas y media cada una.

En todo el mundo hay más de 5.000 personas con este tipo de dispositivo implantado, pero en España es un fenómeno reciente, con sólo dos casos anteriores al de Bellvitge: el primero en Madrid y el segundo en Córdoba.