Los comerciantes de la Rambla de Pulido que se adhirieron el sábado a la dinamización de la calle se mostraron satisfechos con los resultados, según explicó María Jesús Álvarez.

Aunque reconocieron el centro de atención por Carnaval se desplaza a otros lugares de la ciudad, los bares y restaurantes notaron un incremento en su actividad. Cuatro bares promovieron este día una oferta de tapa y caña carnavalera por dos euros.

"La iniciativa estuvo bien para comenzar", opinó María Jesús Álvarez, que asegura que otros comercios se han unido al embellecimiento de sus escaparates con motivo del Flower Power.

Los empresarios de la Rambla Pulido ya están barajando realizar más acciones de dinamización para el día de la madre o las Cruces de mayo. "Pensamos en regalar a los clientes unas flores por la Madre y una piña y una pella por Mayo", explicó.

También piensan solicitar al Ayuntamiento que se instalen carpas de venta de flores en las cercanías (como se hizo en San Valentín en otras zonas de la ciudad) para atraer público a la Rambla Pulido.

María Jesús también destacó que algunas personas que pasaron por la zona le felicitaron por el escaparate de la óptica.

No obstante, matizó que "el Carnaval tiene muchos focos" y que ni los bares ni los comercios "se desbordaron de gente", Álvarez avanzó que van a iniciar una campaña para recuperar, al menos, la Sardina.

La empresaria argumentó que el tranvía les ha quitado todas las Cabalgatas, pero que ella cree que la Sardina, en la que no desfilan carrozas, podría pasar de nuevo por la vía. "De todas maneras, el tranvía se cierra esos días".

Más luz

María Jesús Álvarez quiso solicitar al Ayuntamiento de Santa Cruz que mejoren la iluminación, ya que considera que, en la actualidad, el alumbrado público no da la luminosidad necesaria. Una vez que las luces de los escaparates se apagan, "los propios vecinos tienen miedo de entrar en sus portales".

Asimismo, hizo un llamamiento a las franquicias para que se instalen en la vía, ya que cuentan con locales "importantes, en capacidad y en metros cuadrados".

Álvarez considera que la instalación de franquicias traería gente y movimiento a la Rambla Pulido. "No se puede mantener una calle con los locales cerrados", explica.

Los empresarios que quedan se han propuesto devolver a la vía parte de su esplendor y planifican, sin ayuda institucional, varias acciones.