El problema de los socialistas no es solamente electoral, sino de fondo. Deberían aventurarse por ensanchar la democracia; sin embargo, no está en sus prioridades. La lucha por el poder en sus órganos internos es lo único que se percibe. Mucha gente se pregunta dónde está la izquierda en un momento en que las políticas y los votos vuelan hacia la derecha. Porque el problema de la izquierda no es solo electoral, sino que no ha sabido adaptarse a los tiempos.

La cuestión de fondo es de proyecto, de discurso ante la nueva época y los nuevos retos. Así como el hundimiento de la URSS dejó sin relato creíble a la izquierda, ahora, la globalización, la sociedad cibernética y las limitaciones del Estado-nación están poniendo en jaque al socialismo.

Después del Tratado de Lisboa ya no se trata de discutir sobre aspectos institucionales, sino de contenidos económicos, sociales, de políticas para salir de la crisis. Sin cambio no es posible sostener el Estado de bienestar.

Gabriel Martorell Medina

Contra la reforma laboral

Las medidas tomadas por Decreto Ley el viernes 10-02-2012 van en la idiosincrasia del PP, son su esencia misma. Todos lo sabíamos; siempre ha sido su visión de la vida política, económica y social. ¿De qué nos sorprendemos ahora? ¿Cuándo se ha visto que un gobierno del PP tome medidas a favor de los trabajadores? Hagan un poco de memoria: nunca. Siempre han sido a favor de la patronal (acuérdense del decretazo de Aznar en 2002, entre otros), y poniendo trabas a cualquier paso adelante en el Estado de bienestar.

Ellos son consecuentes consigo mismos. Quienes no lo han sido son los trabajadores que les han votado; ahora que se atengan a las consecuencias. Lo terrible es que también los otros millones que no les hemos votado tendremos que sufrir esas mismas injusticias. De un plumazo han borrado todos los derechos sociales adquiridos, hemos regresado a una época anterior a la Segunda República, porque muchos de los derechos de los que hemos disfrutado hasta ahora se consiguieron durante la misma (1931/1936), y el resto durante la transición bajo el gobierno de Adolfo Suárez (UCD) y de don Felipe González (PSOE). Por lo que votando al PP han renunciado a disfrutar del bienestar y a tantos derechos que han costado sangre, sudor y lágrimas a quienes habían luchado e incluso dado su vida para conseguirlos.

Dirán que la culpa es de la crisis, de los mercados. ¿Y quiénes son los mercados? ¿Quién ha provocado esta crisis? ¿Son los especuladores, las grandes multinacionales, los grandes bancos, las grandes fortunas?: pero no se trata de entes imaginarios, son personas, un porcentaje minúsculo de la humanidad, pero que tienen un poder infinito. Entonces, ¿por qué tenemos que pagar esta crisis nosotros, los trabajadores?

También dirán que la culpa es de Bruselas. ¿Y quién manda en Bruselas? Manda el Partido Popular Europeo. ¿Y quién lo ha elegido?: los trabajadores europeos, que así le han entregado al verdugo la cuerda para que les ahorque.

Por cierto, ¿dónde están esos cinco millones de puestos de trabajo que tenía Rajoy en su cartera durante la campaña electoral (cuando en realidad el paro era todavía de cuatro millones)? ¿Por qué no los saca ahora a la luz y les devuelve la vida a los que no tienen donde caerse muertos? ¿Será que eran empleos virtuales? Ahora, hasta la cúpula del gobierno del PP lo ha reconocido públicamente de forma cínica. ¡Pero ya no nos sirve de nada; el mal está hecho! ¿Cuánto tiempo vamos a poder aguantar esta situación? ¿Y qué futuro tendrán nuestros hijos?

A.C.M.