A finales del pasado mes de enero dieron el paso de dejar por unos meses el Tenerife y aprovechar lo que queda de Liga para no pasarse toda la temporada casi en blanco. Uno se marchó al Dénia y el otro, al Leganés. El cambio les ha servido a ambos para reengancharse a la competición y, además, para sentirse valorados. Viven por primera vez lejos de la Isla y coinciden en calificar como muy positiva la experiencia, tanto en el apartado personal como en el profesional. Visitamos a Germán Sáenz de Miera Comeiro y a Jesús Álvaro, dos canteranos que se marcharon cedidos en el mercado de invierno.

De la misma generación (nacieron en 1990) y ascendidos al primer equipo por David Amaral el pasado curso, tanto el delantero como el lateral firmaron en el verano de 2011 su primer contrato profesional con el representativo. La falta de minutos en la Liga no les anuló la ilusión por triunfar como blanquiazules, pero sí les invitó a aceptar sus salidas a préstamo. Ahora aseguran que no se equivocaron al seguir el consejo de los dirigentes del Tenerife hace tres semanas. Germán lleva dos jornadas seguidas formando parte de las alineaciones titulares del Dénia, del Grupo III de Segunda B, mientras que Jesús se ganó la confianza del nuevo entrenador del Leganés, José María Rico, y jugó de inicio el pasado domingo frente al Conquense, en Butarque (0-1).

"Estoy muy contento, porque tanto el club como los compañeros me han facilitado la adaptación y, lo que es más importante, estoy teniendo minutos", explica Germán desde la localidad alicantina, donde solo echa de menos, aparte de su familia, una Universidad cercana para poder continuar con la carrera de Psicología. El atacante no hizo las maletas con dudas por lo que le esperaba en Dénia, ya que siempre confió en sus posibilidades. "En estos casos puede existir un componente de inseguridad, pero estaba tranquilo porque tengo la certeza de que valgo", advierte.

Además, le satisface tener la sensación de que es alguien apreciado dentro de la plantilla. "Es algo muy gratificante", cuenta Germán. Por su lado, Jesús también ha notado la diferencia de figurar entre las últimas opciones en el Tenerife a ser considerado un refuerzo en el Leganés y ser utilizado como tal. "Hasta ahora el balance está siendo positivo, porque ya he jugado más tiempo del que me dieron estando en la Isla", comenta el defensa, que ha trabajado este ejercicio con cuatro técnicos diferentes, Calderón, García Tébar, Orúe y, ahora, Rico.

Los dos coinciden en dirigirse a un mismo objetivo, retornar al Tenerife en junio siendo futbolistas más expertos. "Lo que quiero es volver y asentarme en el equipo", confiesa Germán, y Jesús es consciente de que su paso por el conjunto madrileño debe servirle de puente hacia una etapa más estable en el conjunto blanquiazul. "Espero regresar más hecho como persona y, por supuesto, como jugador", dice un Jesús "adaptado" a su nuevo lugar de residencia. "Llevo bien vivir lejos de casa, mejor que mi madre".

Desde la distancia siguen cada día la marcha del Tenerife. A Germán no le sorprende la excelente trayectoria del equipo, ya que su salida del club coincidió con la llegada de los fichajes y de Tébar, que le transmitieron "muy buenas vibraciones". Algo similar le pasó a Jesús. "Vi qué el técnico tiene las ideas muy claras y la prueba está en la racha de cuatro victorias".

En su caso, no podrá enfrentarse al Tenerife en marzo a petición del club insular. "La cláusula que me pusieron es un poco rara, pero la respeto", opina sobre este asunto.